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ANÁLISIS Y OPINIÓN

El hambre y las ganas de comer

La falta de trabajo en la región ante el fuerte proceso migratorio potenció el desarrollo de las economías de plataforma que aportan fuentes laborales pero de baja calidad en cuanto a derechos.

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¿Saber qué le espera a la humanidad en los próximos 50 años respecto a las relaciones laborales es una entelequia? Aunque las primeras líneas de un esbozo de respuesta a esa pregunta se empiezan a escribir en estos últimos años. El empleo a través de las plataformas es parte de esa aventura hacia lo que se está gestando. Y como todo cambio genera ruidos. Ruidos en el mundo sindical que ven el avance, algunos lo resisten y otros se suman a la ola lo mejor adaptados posible. Las economías de plataformas tienen poco activo de fierros y mucho de intelectualidad para desarrollar esos motores productivos que en muchos casos tienen, un Aplicación por su carácter expansivo mundial a través de las redes, alcanza valores de mercados multimillonarios.

Para hablar un poco de todo este mundo nuevo, este martes y miércoles tendrá lugar el “VI Seminario sobre Economía Informal” en nuestro país, en el que habrá intercambios de opinión entre representantes de la OIT, especialistas y funcionarios del ministerio de Trabajo, entre otros. Elva López Moulero, funcionaria de la Organización Internacional del Trabajo (OIT), tendrá a su cargo la mesa debate “Economía de Plataformas nuevas formas de empleo y formalización, trabajo en las plataformas de Delivery”.

En el capítulo local, el régimen venezolano expulsó a millones de personas impactando en países vecinos que no tienen estructura laboral para sostener semejante migración. El refugio: las plataformas que aportan trabajo en malas condiciones laborales.

-En nuestro país existe una fuerte resistencia a este tipo de relación laboral en la que se cuestiona la precarización laboral si de derechos hablamos. ¿Cuál es tu visión al respecto?
– La economía de plataformas va a jugar un rol importante en el futuro del trabajo y nosotros como OIT estamos viendo qué rol va a jugar teniendo en cuenta la diferencia entre los diferentes países. Desde la Organización también estamos pensando qué se puede hacer desde la política y desde los distintos actores para poder de alguna manera regular el sector y mejorar las condiciones de trabajo de los trabajadores de plataformas.

-¿De qué se trata tu presentación?
-Te puedo adelantar que es una encuesta entre 300 trabajadores de plataformas de Delivery; además hicimos entrevistas focales con el objetivo de entender bien cuáles son sus condiciones de trabajo y sus perfiles. Y en efecto hay importantes déficits en las condiciones de trabajo.

-Siguiendo con eso de que hay “déficits en las condiciones de trabajo” entiendo que los trabajadores sobrepesan el tener trabajo a las condiciones en las que lo obtienen…
-Sí en cierta medida pero también vimos en las entrevistas focales que hay una fuerte preocupación de sus condiciones de trabajo. Si bien es cierto que para muchos son trabajadores que tienen dificultades para insertarse en otro tipo de trabajo, el 80% de los entrevistados son trabajadores migrantes procedente de Venezuela. En España, por ejemplo, en este tipo de trabajo vemos que es realizado por jóvenes que lo complementan con estudio. En el caso de Argentina, estas plataformas surgen a la par de que se da una fuerte crisis migratoria en la región que encuentran en este sector las formas de insertarse en las que trabajan a tiempo completo. Estamos hablando de personas que en muchos casos se pasan hasta 16 horas arriba de una bicicleta que para colmo no va acompañado de derechos o de estabilidad laboral.

-¿Considerás que el país necesita discutir las relaciones laborales? Durante este gobierno hubo una fuerte movida en pos de discutir una reforma laboral
-Lo que es importante, no solo en el contexto argentino sino internacional, es momento de ver cómo abordar este fenómeno de plataformas. Primero hay que entender el fenómeno que es bastante reciente y nos falta mucha información para acercarnos a soluciones o normativas de las relaciones laborales.

-En España hubo un debate similar, consulto a grandes trazos si esto se repite en otros países.
-En otros países donde está más desarrollado no es aplicable a lo que es el caso como se da en Argentina.

-Teniendo en cuenta tu especialización en trabajos inclusivos y tomando en cuenta lo que escribiste de que el 98% de las más de 1,3 millones de personas dedicadas al trabajo doméstico son mujeres. Lo que se traduce en que alrededor del 16% de las mujeres ocupadas en Argentina son trabajadoras domésticas y 7 de cada 10 no se encuentran registradas. Te pregunto teniendo en cuenta que la OIT promueve el Trabajo Decente: esta degradación de las trabajadoras domésticas es una cuestión cultural nuestra o es solo una cuestión de evadir impuestos? ¿Qué tendencia se da en otros países?
-Convergen aspectos vinculados a este trabajo en los distintos países: en la mayoría de los casos son mujeres las que realizan este trabajo y pertenecen a grupos muy vulnerables de trabajadores migrantes. Todo esto se traduce a condiciones de trabajo vinculadas a la informalidad. En el caso de Argentina nos diferenciamos por el impacto de este sector en la economía del país: hablamos que el 16% de las mujeres trabaja en este sector y es un porcentaje muy alto que no se observa en otros países. La segunda característica es que Argentina se ha desarrollado mucho en cuanto al desarrollo de instituciones y hasta cuenta con una ley de Trabajo Doméstico desde 2013 y ha ratificado el convenio de la OIT. Existen también organizaciones sindicales que discuten salarios; aunque existe una fuerte institucionalidad. En otros países toda esta institucionalidad no existe.

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