El kirchnerismo no sólo va definiendo su posicionamiento dentro de la interna del Frente de Todos sino que, de a poco, va armando una estructura sindical aliada. La renovación en la conducción en la Unión Obrera Metalúrgica (UOM), un gremio fuerte y que ha venido creciendo en los últimos años al compás de lo sucedido en la actividad, es prueba de ello.
El miércoles a la noche sorprendió Máximo Kirchner, que un día después encabezó la multitudinaria caravana de La Cámpora por el Día de la Memoria, al participar en Quilmes de la asunción del nuevo titular de la UOM regional, Adrián Pérez.
Allí estuvo en el escenario junto a este dirigente que tallaba en el PJ local y se encontraba en una línea contraria al histórico referente local, Francisco «Barba» Gutiérrez, y cercano al intendenta camporista, Mayra Mendoza.
Lo cierto es que Pérez se sumó a la renovación a nivel nacional que ha tenido el gremio metalúrgico con la fórmula Abel Furlán-Naldo Brunelli, también cercanos al kirchnerismo, que conducirá los destinos de la institución durante los próximos cuatro años al desbancar al histórico Antonio Caló de su cargo.
Lo cierto es que Máximo estuvo en la asunción de la nuevas autoridades de la regional Quilmes, Berazategui y Florencio Varela del gremio metalúrgico, junto a otros dirigentes sindicales que orbitan en la construcción política que tiene como vértice a Cristina Kirchner, como lo son el titular de la Federación del Cuero (FATICA) y referente de la Corriente Federal, Walter Correa o la también diputada Vanesa Siley (Judiciales).
La irrupción de Furlán en la UOM se debió a que paradójicamente el crecimiento de afiliados en las seccionales del interior a causa de la reactivación industrial, que tanto defendía Caló en los medios para apuntalar la presidencia de Alberto Fernández, terminó quitando influencia al titular de la seccional porteña del sindicato.
También hubo otros factores. «Caló se había quedado en el tiempo y estaba lejos de los procesos de robotización. Además Furlán tenía influencia sobre la planta Siderca de Zárate, que es de Techint», opinó una fuente oficial consultada, acerca del peso que el conglomerado de Paolo Rocca tiene sobre la actividad en su conjunto.