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Covid: República y Nación

Por Aníbal Torreta (*)

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Monumento a Falucho. (Palermo, Buenos Aiars)

Durante el Covid 19 han resurgido los debates políticos, en algunos casos para sostener las distintas políticas públicas frente a la pandemia, en otros casos el tiempo libre que genera la pandemia para quienes no tienen responsabilidad operativas de conducción o laborales les permite más tiempo de pensamiento y desarrollo. Todo esto favorece el desarrollo y reformulación de ideas, en algunos casos se manifiesta bajo la modalidad de pensamiento político, la perversidad de fomentar actitudes que ponen en riesgo a la comunidad.

Vuelve a aparecer solapadamente y como si fueran contradictorias la idea de República vs. Nación como si fueran conceptos opuestos. Claro, algunos plantean que la República es “lo que ellos piensan” o lo que desde el exterior determinados poderes les dicen que piensen.

Ernesto Renan en una Conferencia dada en la Sorbona en 1882 propuso que una Nación es un principio espiritual resultante de profundas complicaciones de la historia, y que la condición esencial para que una población llegue a ser una nación es “poseer glorias comunes en el pasado, una voluntad común en el presente, haber hecho grandes cosas juntos y querer hacerlas todavía”.

En tanto, Herman Heller sostuvo que “el pueblo cultural, que en si es políticamente amorfo, se convierte en Nación cuando la conciencia de pertenecer al conjunto llega a transformarse en una conexión de voluntad política”.

El General Perón hizo también aportes teórico prácticos al respecto cuando nos regaló los siguientes conceptos: “Poseíamos las semillas de un pensamiento, de un arte y de una literatura, frutos de nuestra realidad, de nuestro paisaje y originadas en nuestras mejores fuentes clásicas y cristianas y casi las esterilizamos arrojándolas al arenal del olvido, para sembrar inopinadamente, semillas de culturas ajenas a la sensibilidad histórica de nuestro corazón .

En pocas palabras, Dios, nos había entregado una Patria que nuestros próceres declararon fundada y estábamos haciendo todo lo posible para convertirla en factoría.

Tienen que haber sido muy profundas las raíces de la argentinidad para no haber sucumbido a tantas agresiones. Tienen que haber sido muy autentico este pueblo para haberse salvado de tantas asechanzas. Y tiene que haber sido muy afortunada nuestra lucha para haber podido conseguir que el país se lanzara por el camino nuevo que hoy transita y al cual parecía haber renunciado para siempre”.

Vemos como la Nación tiene que ver con esa historia construida juntos en pos de los intereses supremos del pueblo y de la Patria, y es voluntad inquebrantable de continuar por ese sendero.

No veo entonces porque eso se llevaría de patadas con la división de poderes que plantea la República que es un sistema, que garantiza la no injerencia de un poder sobre otro y que es parte de esa construcción que en el pensamiento, el corazón y la voluntad ha adoptado el pueblo argentino, y que integra la idiosincrasia de la Nación, pero no la reemplaza ni mucho menos la disputa, es simplemente una parte de ella. Que define que por voluntad popular será gobernada por personas elegidas por él, en comicios libres y sus poderes tendrán una independencia que les permita cumplir su rol, como vemos la República no es, como en el marco de la guerra semántica impuesta por los medios, la oposición a todos los gobiernos justicialistas o cercanos al justicialismo.

Fijémonos para muestra, que durante la dictadura Cívico militar de 1976-1983 los resortes de la República se extinguieron, formalmente seguíamos llamándonos como República, pero el pueblo decidió seguir siendo una Nación. ¿Se entiende?. No se disolvió la Nación y cuando se da el conflicto del Atlántico sur y la lucha militar por la soberanía de Malvinas quedó claro que los conflictos internos son pasajeros y la Nación es permanente, miles de argentinos opositores al régimen dictatorial se ofrecieron de voluntarios para luchar, mientras el resto ofrecía sus bienes materiales para un objetivo común, más allá de quien gobierne momentáneamente el Estado.

Claro sobre todo otros miles estaban enfrentado cuerpo a cuerpo al invasor británico en el archipiélago defendiendo la Bandera y la soberanía que habían manchado quienes gobernaban.

La Nación es una unidad histórica perdurable, superior a los partidos (partes de) que eventualmente la gobiernen, es independiente a las tendencias centralizadoras mundiales y su destino no se debe someter, a los dictados de potencias extranjeras. La Nación esta más allá de los sucesos o objetivos temporales de tal o cual sector, incluso de los que en nombre de la República justifican permanentemente e históricamente desde Rivadavia a la fecha su adhesión a intereses que nada tienen que ver con los del Pueblo y los de la Patria.

En fin todo esto es para aclarar un poco y solo un poco lo que los medios a diario tatan de enmarañar, no me creo, ni te creas vos ,que los que actúan en nombre de la Republica son los campeones de la democracia y mucho menos que aman a su Nacion . Porque como vimos no quieren un “futuro común” con todos sino que quieren un futuro que beneficie a determinados sectores minúsculos y enriquecidos a tu costa de nuestra sociedad , con la exclusión del resto de los millones .

Por eso entre el libre mercado y la salud del pueblo argentino defienden el libre mercado, por eso entre las organizaciones sindicales de los trabajadores y las empresas transnacionales de la especulación financiera defienden a las empresas transnacionales, por eso entre Vicentin (como su estructura de conducción) y sus proveedores, trabajadores, acreedores, y pueblo en general eligen a Vicentin, por eso entre Argentina y Gran Bretaña han preferido históricamente a Gran Bretaña, por eso entre los monopolios agroexportadores y los trabajadores rurales y el Estado Argentino, han elegido históricamente a la oligarquía agroexportadora, por eso entre la Argentina tecnológica industrial y la patria sojera han elegido siempre la patria sojera. Eso sí, siempre en nombre de la República.

Por eso hoy, que frente a la pandemia se logra instalar un objetivo común que es superarla y se ve en el mundo (que tanto les importa, pero solo cuando les conviene) la figura del presidente de la Nación, el Gobernador de la provincia de Buenos Aires y el Jefe de Gobierno porteño juntos tratando de construir Nación aunque más no sea para superar esta crisis sanitaria, ellos saltan enardecidos con sus picos y palas intelectuales cavando grieta, la grieta que después les sirve de excusa para atacar al Movimiento Nacional.

Lejos de trabajar para que esta lógica de Nación, que no implica borrar o no reconocer diferencias, perdure en la post pandemia, para reconstruir la economía y el tejido social, ellos como los carroñeros, operan en la sombra o en la luz de los medios al servicio de espurios intereses para que la grieta que crearon ya en el Siglo 19 crezca a diario y divida a un pueblo que quiere ser Nación, que necesita ser Nación, que debe ser Nación.

Para ello debemos defender la política como la herramienta de resolución y ellos lo saben, intentaron con la anti política la experiencia de la tecnocracia Macrista- Marcos Peñista, les falló el intento, ahora vuelven a la política, se reciclan desde la política y desde ella agigantan la grieta utilizando arteramente argumentos relacionados a la crisis mundial sanitaria y castigando los esfuerzos del Gobierno Nacional y del Pueblo en su conjunto para superarla, ahora desde sectores “políticos” con minúsculas llaman par izquierda y por derecha a movilizarse, con la excusa que sea, incluso escuchar música desde un balcón para bailar en la calle dando muestras de una ignorancia soberana e ignorando ser objetos de una política nacida para espoliarlos y destruirlos, quizá el pensamiento medio porteño ha sido colonizado pro este aquelarre ideologista disfrazado de pragmatismo progresista y moderno, que solo es estupidez y que siempre se está a tiempo de abandonar en vías de encontrar otros caminos menos egoístas, menos edonistas, mas cercanos a la comunidad, entendiendo que nadie puede desarrollarse en una comunidad que no se realiza.

En fin, la República no lucha contra la Nación y su Pueblo, son los que al no tener bandera ni representar nada sano, deben robar la imagen de algo para tener algún consenso en algún sector de la sociedad y entonces se embanderan con la República para boicotear una cuarentena que nadie quiere pero que es por ahora en conjunto con las políticas publicas sanitarias justicialistas la única herramienta para combatir al Covid 19.

Estamos en el Día de la Bandera y ellos son tan espurios que llaman a utilizarla para hacer un banderazo en contra de la figura del presidente de la Nación en el marco de una pandemia, una locura como las que hicieron siempre, como bombardear la Plaza de Mayo y al pueblo embanderándose en cristo, un cristo que paradójicamente murió por los pobres, murió por los que fueron bombardeados.

Es necesario decir estas cosas, es necesario aclarar el panorama, vendrán momentos duros, tristes y difíciles para la patria para el pueblo y allí estarán ellos esperando su momento, por eso quienes integramos el movimiento nacional no podemos callar, no podemos solamente actuar sino que debemos quitarle horas al sueño y predicar y persuadir, porque de lo contrario ellos como carroñeros crecerán alimentándose del dolor y del sufrimiento como lo han hecho siempre, hoy disfrazados de República.

En esta nota quiero finalizar, aprovechando el día de nuestra enseña patria y de nuestro héroe patrio Belgrano, con un segmento de un poema que describe en la figura de Falucho al pueblo argentino, y en la figura de quienes lo traicionaron a estos carroñeros. Fíjense que pasados los dos siglos todos recordamos, o sabemos mas o menos, quién es el Negro Falucho, nadie sabe ni recuerda el nombre de quienes lo mataron, así hará la historia con quienes disfrazados de República pusieron en medio de esta pandemia en riesgo a nuestro pueblo con su predica del odio.

Llega del frente a su oído
Rumor de voces no usadas.
De bayonetas y espadas
Agudo y aspero ruido:
Un ¡viva España!seguido
De otro Viva Fernando.
Y esta Falucho dudando.
Si dan los gritos que escucha
Sus compañeros de lucha
O si esta loco o soñando.

Desde los Andes, el dia
Que ciñe en rosa la frente,
Abierto el ala luciente
Hacia los mares caía .
Cuando Falucho, que ansia
Dar un Viva a su manera,
Como protesta altanera
Contra menguadas traiciones ,
Izo nervioso ,a tirones
La Azul y Blanca Bandera.

“-¡Por mi cuenta te despliego,
Dijo airado , y de esta suerte,
Si a tus pies esta la muerte
A tu sombra muera luego!
Nacio el sol: besos de fuego
Diola en rayos de carmin.
Todo el mar desde el confin
Un instante estremecido
Y en la torre quedo erguido
El Negro de San Martin.

Solo un fragmento, todos sabemos qué paso, los traidores lo mataron, pero preferí finalizar con la imagen de Él, erguido, enarbolando nuestra enseña patria, Azul y Blanca, bandera creada por Belgrano llevada a América como insignia civilizatoria por San Martín, amada y defendida siempre por el Pueblo Argentino y por todos los Padres de la Patria conocidos y anónimos (hoy en su día) y vapuleada por los cipayos de siempre.

Así estamos hoy, erguidos como Falucho, enfrentando un enemigo desconocido e invisible pero que no nos puede derrotar simplemente porque a pesar de todos y de todo seguimos.

SIENDO NACION.

(*) Anibal Torreta es abogado, militante Peronista y Secretario de Organización de SUTECBA e integrante de la conducción del PJ CABA.

– Artículo publicado originalmente en el portal 1000 Caracteres Noticias

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