ANÁLISIS Y OPINIÓN
Cooperativas: una estafa laboral impulsada por empresarios de seguridad
“La descomposición de una clase empresarial corrupta, parásita y explotadora llega a límites impensados al promover e impulsar las más variadas formas de estafa laboral” señala Christian López, secretario general del sindicato que agrupa a los custodios.

Aquellos empresarios que deberían hacer de la transparencia un culto, por lo sensible del objeto de su actividad, se transforman en una banda voraz capaz de utilizar cualquier artilugio con tal de lograr una mayor rentabilidad a costa de la explotación de los trabajadores, afirma Christian López, secretario general del SUTCA, gremio que agrupa a custodios, vigiladores y trabajadores de seguridad privada.
En diálogo con MUNDO GREMIAL denuncia: “grandes empresas de seguridad se esconden detrás de una figura jurídica improcedente, como son las cooperativas de trabajo. Se transforman así solo en una apariencia para encubrir la existencia de trabajadores dependientes que no dirigen ni controlan, mucho menos son parte del directorio de la cooperativa ; falsamente les dicen que son socios cuando solo obtienen una retribución. Esto constituye una única finalidad evasora”.
En el mercado de la seguridad privada existen grandes jugadores que se esconden detrás de cooperativas, pero lo asombroso es lo que delata López: “muchos empresarios son dueños de SA o SRL y a la vez manejan cooperativas. Y lo más grave es que son integrantes de la Cámara patronal CAESI desde donde graciosamente catalogan a las mismas como competencia desleal. Es urgente modificar y unificar la legislación vigente y tener una Ley nacional que regule la actividad. Por ejemplo la que rige en la provincia de Buenos Aires, la Ley 12.297 contempla la figura de cooperativa para prestar servicios de seguridad privada. Pero el simple cumplimiento de los requisitos formales en la inscripción ante los órganos correspondientes, no basta para ocultar el uso desviado de esa figura, el fraude laboral y la consiguiente elución de impuestos y aportes patronales”.
Esta situación anómala trae como consecuencia que los trabajadores estén por fuera de la Ley de contrato de trabajo e incluso del Convenio Colectivo. Solo respetan, y no en todos los casos, el valor de la hora trabajada. No tienen vacaciones pagas ni se abonan los días por enfermedad, por citar solo unos ejemplos. También deben afrontar los gastos del pago mensual del monotributo ya que están obligados a facturar.
Finaliza explicando: “solo funcionan como una mera intermediaria proveedora de personal para vigilancia a terceros. Hay una simulación absoluta e ilícita donde es encubierta una relación laboral bajo la apariencia de una relación asociativa, con el fin de sustraerse a las leyes laborales. La Ley 25.877 dispone que los servicios de inspección del trabajo están habilitados para controlar las cooperativas a efectos de verificar el cumplimiento de las normas laborales y de seguridad social en relación con los trabajadores dependientes así como a los socios que se desempeñan en el fraude laboral. Las cooperativas no podrán brindar servicios propios de agencias de colocación. Es todo muy claro”. Y advierte “en breve daremos públicamente el listado completo de empresas, con nombre y apellido de sus dueños y directores que regentean cooperativas de seguridad, esperando la pronta intervención de las autoridades competentes”.
