Conflicto en el subte: Un nuevo paro por la reducción de la jornada laboral semanal

Tras varios meses sin obtener respuestas a los reclamos elevados a la empresa Emova, la Unión Tranviaria Automotor (UTA) efectuó un paro sorpresivo junto a la Asociación Gremial de Trabajadores del Subte y Premetro (AGTSyP), en el que paralizaron los servicios del subte porteño en la línea C. La medida fue levantada a media mañana luego de que fueran convocados a una reunión con los directivos de la concesionaria.

El sindicato que conduce Roberto Pianelli anunció ayer las acciones que desarrollarán esta noche en la línea D, pero sin dar cuenta de lo que sucedería esta mañana. Con casi 6 horas sin servicio, los pedidos siguen enfocados en mejora de las condiciones laborales, lo que incluye una reducción de la jornada semanal con dos francos, incorporación de personal y compra de nuevos trenes libres de asbesto.

“Informamos que el día de mañana [por hoy] continúan las medidas de autodefensa, ya que Emova aún no ha dado respuestas a nuestro pedido de dos francos por semana”, había comunicado en las últimas horas de este domingo los Metrodelegados. “Tampoco hay contestación sobre el faltante de personal en todos los sectores ni sobre la compra de trenes nuevos libres de asbesto”, aseguraron.

De no obtener resultados positivos, las acciones directas dispuestas por el gremio seguirán vigentes con una apertura de molinetes entre las 20 y las 21 en las estaciones Catedral, 9 de julio, Pueyrredón, Agüero, Bulnes, Scalabrini Ortiz, Plaza Italia, Palermo, Ministro Carranza, Juramento, Congreso de Tucumán. Además, desde las 21 y hasta la finalización de la jornada, la Linea D se encontrará interrumpida.

En el Día del Subte, los trabajadores retoman las protestas en la línea B

El sindicato indicó que “la reducción de la jornada semanal significaría también reducir la exposición a este cancerígeno y ganar en salud” y pidió a Emova “que reflexione sobre su actitud, que perjudica a trabajadores y a usuarios”. Sin embargo, la firma ratifica que no pueden acceder a los reclamos ya que resulta “incompatible con una operación adecuada del servicio y por debajo de niveles razonables de productividad”.