El Observatorio de la Deuda Social Argentina, de la Pontificia Universidad Católica Argentina (UCA), difundió este lunes los resultados del Informe “Heterogeneidad y Fragmentación del Mercado de Trabajo. 2010-2018”.
Se constató que el 49,3% de la población activa del país se encuentra ocupada en el sector micro-informal de la estructura productiva.
Más aún, dentro de ese grupo, el 81,7% tiene un empleo de baja calidad, 75,9% carece de aportes del sistema de seguridad social y en promedio recibe salarios de 10.283 pesos mensuales, un sueldo que ubica a un jefe de hogar al borde de la pobreza.
Según los resultados de la Encuesta de la Deuda Social Argentina de la UCA, referidos al tercer trimestre de 2018, sólo el 44,1% de la población económica activa de 18 años y más logró acceder a un empleo pleno de derechos.
Mientras que el 9,9% de esta población se encontraba abiertamente desempleado y el 18,6% sometida a un subempleo inestable (realizando changas, trabajos temporarios o no remunerados, o siendo beneficiarios de programas de empleo con contraprestación).
Al mismo tiempo, el 27,2% contaba con un empleo regular pero precario (con niveles de ingresos superiores a los de subsistencia, pero sin afiliación alguna al Sistema de Seguridad Social).
La mayor parte (52,5%) de los trabajadores del sector micro informal tienen trabajos de cuentapropistas mientras que el 20,3% tiene un trabajo en relación de dependencia pero sin recibir aportes. El 14,9% pasó por empleos temporales.
La clase media argentina parece haber sido castigada en el último año: en 2017 había un 13% de sectores de clase media que estaban con empleos no registrados. Pero en 2018 este sector saltó al 17,3% del universo de los trabajadores de empleos informales.
«Es importante observar que el 74,8% de los ocupados del 25% de los hogares de más bajo nivel socioeconómico desarrolla actividades en el sector micro-informal, mientras que en el 25% de los hogares de mayor nivel socioeconómico esto se reduce a sólo el 17,3%», explicó a Infobae Santiago Poy, otro de los investigadores a cargo del estudio de la UCA.
En general, los factores objetivos del escenario laboral son más adversos para los trabajadores del sector micro-informal: el 75,9% no cuentan con aportes jubilatorios y el 51,3% no posee cobertura de salud nominativa. Al mismo tiempo, el 30% estuvo desempleado por lo menos una vez en el último año, el 13,2% declararon una antigüedad menor a un año y el 45,1% demanda más horas de trabajo.
Pero también las condiciones psicosociales son más endebles en los trabajadores del sector micro-informal: el 23% presenta malestar psicológico, en el 24,1% se observa un afrontamiento negativo ante los problemas, el 16,6% expresaron sentirse nada o poco felices y el 14,1% tienen creencia de control externo.