ANÁLISIS Y OPINIÓN
Apuntan contra dirigente de la CGT por el bochornoso final de la marcha
Algunos miembros de la CGT se expresaron molestos por el fracaso en la seguridad del evento y por los incidentes que mancharon la histórica de la movilización en defensa de la industria nacional.

Los incidentes en el acto de la CGT hicieron estallar algunos cortocircuitos dentro de la central obrera, y las culpabilizaciones por el bochornoso final abren aún más las diferencias entre los dirigentes. En el seno de la organización, todos los cañones apuntan contra Abel Frutos, el jefe de los Panaderos.
Frutos es el actual secretario de Finanzas de la CGT y, momentáneamente, hombre del moyanismo, aunque haciendo valer sus tintes de «hábil operador» -como lo califican dentro de la central- «pronto podemos verlo en la vereda de enfrente», aseguró un referente sindical.
Con pasado barrionuevista, el titular de la Federación de Panaderos fue uno de los dirigentes que más expuesto quedó tras la masiva movilización al ministerio de Producción. Aunque su máxima cualidad es «manejarle los conflictos a Moyano», parece que ayer se le escapó la tortuga.
El gremialista de FAUPPA -Federación Argentina y Unión Personal de Panaderías y Afines- era uno de los encargados de la organización y seguridad del evento. Pero por lo visto no se ocupó de las columnas de la CGT para que «blindarán» el palco y sus alrededores.
Durante los primeros momentos del desmadre en la salida de los popes cegetistas, se lo vio muy activo, codo a codo con el «Patón» Basile y otros integrantes de Camioneros, armando un cordón humano de contención para dejar a salvo a los dirigentes de la central pero sobre todo para demostrar su capacidad de resolución, que ayer quedó sepultada.
«Le gusta alardear pero en realidad no comanda ningún grupo. Está ahí por habilidad y porque muchos dirigentes lo necesitan porque maneja las finanzas de la CGT, pero no lo respetan. Muchas veces no hay papel higiénico en los baños de CGT por no librar partidas de pagos», afirman desde la central obrera.
El triunvirato Daer, Schmid y Acuña y demás dirigentes son concientes de que algo falló. «Esto a la CGT no puede pasarle«, dijo un cegetista ayar al finalizar el acto. Así, Frutos y su gremio, una organización sin peso ni movilización que logró ubicarse en los primeros planos de la CGT, hoy viven momentos de tensión y saben que «tendrán que preparar la cintura» para revertir el vergonzante fracaso que protagonizaron en la marcha.
