Ante la falta de respuestas de los empresarios, los representantes gremiales de la alimenticia La Colina de Mendoza analizan solicitar el pedido de quiebra con continuidad laboral.
El objetivo es salvar los 800 empleos de la fábrica ubicada en la localidad de San Rafeal por la crisis que enfrenta la firma con falta trabajo para los temporarios. En el conflicto intervino la filial regional del Sindicato de la Alimentación (STIA).
Hace días, los trabajadores de la planta se autoconvocaron “debido a la inestabilidad de trabajo”, y aseguraron que si no hay una solución, se pedirá la quiebra de la empresa con continuidad de trabajo, algo similar a lo que ocurre con Alco-Canale.
Así lo señaló en FM Vos (91.5) el delegado Rubén Castro, quien explicó que “hay gente que se autoconvocó porque hay un malestar muy grande. Aunque parezca mentira, un 30 de enero no se está trabajando, cuando en otros años se estaba en dos turnos y hasta turno noche».
Castro dijo que “la autoridad del sindicato ha pedido reunión con los síndicos, la jueza que lleva la convocatoria y el dueño para ver qué va a hacer con la fábrica, o si no para pedir la quiebra con continuidad de las fuentes de trabajo, como pasó con Alco. Que se siga trabajando pero en manos de otra persona, no de Walter de Pellegrin, que hace muchos años que no viene”.
El delegado añadió que “este año no se va a llegar a 2 millones de latas. La gente solo quiere trabajar, pero al dueño de la empresa parece que la bicicleta financiera le da más rédito que trabajar esta empresa. Si esta fábrica deja de trabajar, son 800 personas que quedan en la calle”.
De este modo, una vez que vuelva a funcionar el servicio de Justicia, desde el 1 de febrero, se buscará una reunión entre las partes para definir la situación y, de no haber acuerdo, se buscará imitar el proceso judicial que desde un juzgado de Buenos Aires se viene tramitando con Alco Canale, que ha sido alquilada a otra firma con la idea primordial de mantener las fuentes de trabajo hasta encontrar a futuro un comprador.