El abogado Matías Cremonte, presidente de la Asociación Latinoamericana de Abogados Laboralistas (ALAL) pronunció su discurso ante el palacio de las Naciones Unidas, donde habló de la desigualdad en la región y se mostró con malestar con los conceptos de la Ley Bases a los cuales los calificó de “regresivos al siglo XIX”.
Cremonte inició su intervención manifestando la preocupación por la posible pérdida de empleos y derechos laborales que se podría concretar en los próximos días en Argentina, en caso de aprobarse el paquete de medidas que envió Javier Milei al poder legislativo. Sostuvo que en la región coexisten la riqueza extrema con la absoluta pobreza, y que no se debe a un desastre natural. El presidente de la ALAL dijo que esto es producto de “Una política de gobiernos neoliberales que colocan los Estados al servicio del capital.”
“Está demostrado que las reformas laborales no inciden en la creación de empleo ni en el aumento de la registración, ni mucho menos de los salarios. Es exactamente al revés. El derecho del trabajo nació en contextos de crisis económica. Si hay una emergencia en materia de empleo y de salarios, debe legislarse mayor protección, y no debilitarla” aseguró.
“ARGENTINA ES EN ESTE MOMENTO EL LABORATORIO DEL LIBERALISMO MUNDIAL, PROMOVIENDO SU UTOPÍA DEL MERCADO AUTOREGULADO”
Hablando de los casos donde las reformas profunda en material laboral de Chile, Perú y Brasil, donde gobierno junto a empresarios justifican la quita de derechos para la “generación de empleos” que al final solo fue desempleo sin derechos, Cremonte habló sobre el caso argentino y se sumó a la lista de los que manifestaron su rechazo por las amplias reformas que pretende introducir el Ejecutivo Nacional el próximo 12 de junio en el senado Argentino.
“Se está debatiendo esta semana en el Congreso Nacional una reforma laboral regresiva que, presentada como una modernización de la legislación, es en verdad un retorno al Siglo XIX. Ni un solo artículo supone un mayor derecho o beneficio para las personas que trabajan”, alarmó a todas las delegaciones mundiales.
“¿CÓMO PUEDEN EXPLICAR QUE LA ELIMINACIÓN DE LAS PENALIDADES PARA LOS EMPRESARIOS QUE NO REGISTRAN UNA RELACIÓN LABORAL VAYA A REDUNDAR EN MAYOR REGISTRACIÓN?”
Durante su pronunciación explicó que ampliar el período de prueba redundará en altísima rotación, más precariedad y mayor sumisión para lograr ser efectivizado, que si se legaliza el fraude laboral a través de la figura del «trabajador independiente», por fuera de toda protección. Es un retorno al contrato civil en desmedro del contrato de trabajo.
También agregó que: “Si el empleador despide por causa de origen étnico, racial, religioso, gremial, de salud, condición física, ideología u orientación sexual, sólo debe pagar un poco más de indemnización. Es un grave retroceso: hoy ese despido discriminatorio es nulo, la persona debe ser reincorporada”.
“La reforma laboral argentina contradice el derecho internacional del trabajo, y por eso la denunciamos en este foro. La OIT está llamada a defender la acción colectiva y las libertades democráticas, para garantizar realmente el progreso constante y la justicia social, objetivos trazados hace ya 105 años”, finalizó