El secretario de Políticas Educativas de la Confederación General del Trabajo (CGT) y titular de la Unión Docentes Argentinos (UDA), Sergio Romero, se reunió con el presidente de la Conferencia Episcopal Argentina (CEA), monseñor Oscar Ojea, para analizar la situación del sistema educativo argentino.
Tras el encuentro, Romero señaló que “la educación debe ser asumida como política de Estado para garantizar el progreso del país en los niveles social y económico, ético y moral”. “Es preciso invertir y mejorar la calidad educativa como factor primordial e indispensable para que cada ciudadano se forme e integre a una sociedad que tiene que ofrecerle mayores posibilidades, igualdad y equidad”, agregó.
El referente de la UDA sostuvo que de esa forma el ciudadano argentino podrá integrarse al mundo laboral para ser «un trabajador más calificado, un profesional más competente y un funcionario más eficiente a la hora de adoptar las decisiones que afectan la vida de las personas», porque «sin educación no hay salida alguna para la situación de pobreza”.
El encuentro entre Romero y Ojea, que duró varias horas, abordó los problemas que registra la promoción escolar y la situación de repitencia, entre otros. Ambos destacaron el porcentaje de alumnos que abandonan la escolarización a edad temprana o la concluyen fuera de tiempo».
Además, mostraron “preocupación” por la desvalorización de la docencia en la sociedad, ya que “la tarea docente debería ser la más prestigiada, mejor remunerada y más protegida en una comunidad”.
Para finalizar, manifestaron que la situación económica y social de nuestro país es el reflejo de la importancia que la política le da a la educación y a los docentes. Romero indicó que, en este sentido, “es fundamental la opinión de la Iglesia” para poder revisar la problemática desde una “doctrina profundamente humanista y con visión social acorde con las necesidades”.