La Casa Rosada y empresarios pymes aliados criticaron el paro del campo

El paro que llevaron hoy adelante las entidades agrarias paralizó las operaciones de comercio de granos y hacienda pero además despertó un amplio rechazo en el Gobierno y en organizaciones empresarias vinculadas al oficialismo.

El «lock out» convocado por la Mesa de Enlace frenó la actividad del sector y además se manifestó con protestas a la vera de las rutas: desde el mediodía dirigentes agropecuarios encabezaron una asamblea de productores en las afueras de Gualeguaychú en la que hubo críticas a la clase política en general. Hubo representantes de las cuatro entidades que conforman la central: La Rural, CRA, Coninagro y Federación Agraria y también integrantes de los «autoconvocados» que vienen protestando desde hace semanas por la falta de gasoil.

Bien temprano fue el jefe de Gabinete, Juan Manzur, quién dejó en claro que el Gobierno «no está de acuerdo» con la medida de fuerza. «No estamos de acuerdo con este paro. No conduce a nada. Nosotros siempre hemos privilegiado el diálogo, acercar posiciones. Se sabe que tuvimos serias dificultades vinculadas a la provisión de gasoil», remarcó el jefe de ministros al ingresar a Casa Rosada.

No obstante, remarcó que según los últimos informes de Energía «paulatinamente se va normalizando la provisión (del combustible) a lo largo y ancho del país». En este sentido, el funcionario tucumano reiteró que «la idea es seguir trabajando y el diálogo siempre está abierto, el ministro de Agricultura, Julián Domínguez, está en diálogo permanente» con los dirigentes agropecuarios.

En tanto, la Confederación General Empresaria de la República Argentina (CGERA), manifestó su preocupación ante el cese de actividades decretado por la Mesa de Enlace a la que le pidió «responsabilidad».

En este sentido, la entidad empresaria cercana al oficialismo hizo hincapié en que los cuatro principales tributos provienen de la actividad industrial y del comercio ya que, según comunicó, «el impuesto al cheque supera a las retenciones, y en ningún momento el sector convocó a paros o rebeliones fiscales».

En este marco, CGERA reconoció que Argentina se encuentra inmersa en una coyuntura de «incertidumbres respecto al tipo de cambio o el acceso a las importaciones necesarias para la producción» pero consignó que aún así apuesta a seguir trabajando con el Ejecutivo en la búsqueda de posibles soluciones en lugar de «convocar a paros políticos».

De esta manera, la entidad empresaria remarcó la necesidad de que los sectores productivos actúen «con responsabilidad y que se eviten medidas que no ayudan a generar divisas ni a resolver las problemáticas señaladas».