Decenas de actividades del trabajo recordarán por mucho tiempo al gobierno de Mauricio Macri como uno de los que más ha afectado su vida cotidiana en materia de ingresos, falta de empleo, despidos y suspensiones y pérdida del poder adquisitivo. Las cifras que dan cuenta de la situación que atraviesan la mayoría de los sectores del trabajo confirman el fracaso de la actual política económica.
Es por eso que la asunción de Alberto Fernández a partir del 10 de diciembre trae consigo un profundo y complejo desafío, más allá de la creciente expectativa y esperanza que se vislumbra en todas las ramas del movimiento obrero.
En este contexto, el coordinador del Observatorio de Derecho Social de la CTA Autónoma, Luis Ocampos, explicó a BAE Negocios que “es tal la magnitud de la destrucción del mercado formal de trabajo de 2015 a la fecha que se torna difícil pensar que no fue un objetivo buscado por la política que implementó este gobierno”.
En septiembre pasado el Sistema Integrado Previsional Argentino (SIPA) registró la baja de 140.000 puestos de trabajo respecto del mismo mes de 2018, mostrando el tercer peor índice de la última década, con lo cual se estima que la destrucción del trabajo no tenga su techo en el próximo año.
Mientras tanto, en octubre pasado el empleo volvió a mostrar una nueva caída alcanzando el 2,6%. En aquel relevamiento, la Encuesta de Indicadores Laborales (EIL) informó que el rubro más afectado fue la construcción, con una baja del 11,1%, seguido de la industria en un 4,6% y el comercio en un 3,5% (ver: https://mundogremial.com/el-empleo-registro-una-caida-del-26-en-octubre-en-las-grandes-urbes-del-pais/ ).
Al mismo tiempo, la situación de cada una de las actividades del trabajo no se encuentra en el mismo estado de situación, ya que hay algunos sectores que lograron mantener sus salarios al nivel de los índices inflacionarios, mientras que otros tantos se vieron altamente perjudicados y luchan por una urgente recomposición salarial.
En este marco, muchos trabajadores, tanto estatales como privados, reclaman una remuneración adicional o bonos de fin de año para paliar el desajuste de los sueldos.
Por último, el dirigente de la Central de Trabajadores de la Argentina Autónoma remarcó que la cantidad de trabajadores asalariados registrados sigue en caída libre reflejando una profundización marcada durante los últimos cuatro años.