El gobierno ruso pretende crear 25 millones de empleos

Afirmó que existen evidencias de que «se recupera de la crisis a nivel de crecimiento del Producto Bruto Interno (PBI) y del mercado laboral».

«El número total de desempleados alcanzó su nivel más elevado de 7,1 millones en febrero de 2009, cuando la tasa de desocupación aumentó hasta el 9,4 %. A fines de marzo disminuyó a 6,5, regresando a los guarismos anteriores a la crisis», explicó.

La funcionaria explicó que para lograr el objetivo  “será preciso adaptar la educación técnica y profesional a las necesidades reales de las empresas» y agregó que «otro problema es el déficit de competencias en algunos sectores y ocupaciones clave, lo que puede convertirse en un obstáculo para la modernización de la economía y su capacidad para innovar ya que existe un desfasaje entre demanda del mercado laboral y oferta del sistema educativo.

La prioridad de la agenda política de Rusia es la creación de empleo. El 7 de mayo último el presidente Vladimir Putin firmó el decreto ejecutivo sobre la política económica de Estado a largo plazo, que determinó como objetivo un aumento de las inversiones mínimas de 25 % del PBI para 2015 y de un 27 para 2018 y un incremento de la productividad laboral entre 2011 y 2018.

En junio de 2011, en su discurso ante la 100º Conferencia Internacional del Trabajo en Ginebra, Suiza, Putin se refirió al ambicioso objetivo de crear al menos 25 millones de puestos de trabajo modernos y bien remunerados en la economía rusa.

La funcionaria enfatizó que el gobierno ruso fue muy activo en ese sentido y, ahora, implementa políticas dinámicas de empleo y sostuvo que “los programas y servicios incluyeron apoyo a quienes procuran trabajo y a los empleadores, información sobre la situación de los mercados regionales laborales, ferias de empleo, orientación y formación profesional, cursos de reconversión profesional y formación complementaria para los desempleados”.

Durante la crisis se adoptaron nuevas medidas adicionales, como promover programas de obras públicas, crear empleos temporales juveniles, apoyar el espíritu empresarial y facilitar la movilidad laboral hacia las zonas rurales, puntualizó Koualeva. «El diálogo social es fundamental para el éxito de cualquier reforma y del empleo, en particular en este período posterior a la crisis que Rusia enfrenta», concluyó.