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ANÁLISIS Y OPINIÓN

91 años de la CGT: La unidad para volver a ser

La central obrera arranca un año de vida en medio de un proceso de unificación en busca de fortalecer la identidad y el poderío perdido.

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La Confederación General del Trabajo (CGT) celebra este lunes un nuevo año de vida. La máxima central sindical del país llega al 91° aniversario con un presente particular y en medio de un proceso de unidad declamado por todos (y Todos) y obligado por la realidad social, económica y, sobre todo, política.

La bandera de la unidad es defendida por todos los mosaicos sindicales que componen la organización, incluso quienes mediando el gobierno macrista decidieron dar un paso al costado de la central y mostrar un perfil más combativo. Hoy todos son parte de la oleada de unificación en el cumpleaños cegetista.

Así quedó reflejado en el reciente Confederal previo a las elecciones de autoridades de noviembre próximo. El mandato es la unidad. Como sea, con dolor, con heridos pero sin caídos, para hacer frente a un presente difícil con un gobierno peronista que necesitará un escudo protector.

«Resistir los ataques al modelo sindical» fue una de las consignas que oficializó la CGT tras el Confederal de la semana. Y para eso los sindicalistas llamaron a realizar «máximos esfuerzos» en busca de la unidad. Hay necesidad y obligación ante una oposición que ya hizo públicas las intenciones flexibilizadoras en materia laboral. Claro está, una fragmentación sindical posibilitaría el avance de la ola quita-derechos.

Por eso, y hasta con el rol del presidente Alberto Fernández como articulador, Gordos, Independientes, barrionuevistas, moyanistas, aliados en el SEMUN y hasta la Corriente Federal darán el sí el 11 de noviembre para concretar la unión.

Hay predisposición y armonía, pocas veces vista, según evaluó Antonio Caló días después del Confederal. Por lo que, con la unidad como bandera, sólo resta definir los hombres y mujeres que estarán a cargo de la nueva conducción.

La renovación y la recuperación del poderío perdido

El cumpleaños 91 también llega con profundos cambios. El Confederal avaló modificaciones estatutarias para garantizar el cupo femenino en los cargos de conducción y una necesidad candente de adaptarse a los nuevos tiempos laborales.

Para retomar un liderazgo virtuoso, la CGT deberá readaptarse a los desafíos del mundo del trabajo con un programa efectivo centrado en la producción, el empleo, la tecnología y la educación, con una agenda a mediano y largo plazo.

La nueva conducción irá a su vez en busca del poderío político perdido. Intentar terminar con el tiempo de «nos enteramos por los medios», según confió José Luis Lingeri meses atrás al anoticiarse por la prensa de cambios en las fórmula de las jubilaciones. Lo mismo declaró en su momento Rodolfo Daer, ex titular de la CGT y hombre de la Alimentación.

Conocido es el pedido de algunos sectores sindicales, como Hugo Moyano hace días, de incorporar hombres o mujeres del movimiento obrero al gobierno, o al menos, recuperar las bancas sindicales en el Congreso.

Estará aquí en juego la posibilidad de un resurgir potenciado de las 62 Organizaciones Peronistas que también se encuentra en un período de cambio y renovación.

Así la CGT comienza a transitar un nuevo año de vida con la obligación de sintetizar las demandas del movimiento obrero. Volver a ser un factor de poder con incidencia en el Ejecutivo será uno de los objetivos de la nueva central. Recuperar la identidad. Volver a ser.

Periodista. 32 años. Estudió la licenciatura en Comunicación Social, con orientación en Periodismo, en la Facultad de Periodismo de la UNLP. Redactor web y editor de contenidos en Mundo Gremial.

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