La crisis económica afectó también la actividad de lavaderos industriales, como el caso de la firma Sakin que despidió en las últimas semanas a unos 50 trabajadores.
La situación obligó la intervención de la Secretaría de Trabajo de la Nación que dictó la conciliación obligatoria para preservar las fuentes de empleo y continuar la negociación con los trabajadores en sus puestos de trabajo.
Pero en las últimas horas, la Unión Obreros y Empleados Tintoreros, Sombrereros y Lavaderos de la República Argentina (Uoetsylra) denunció el incumplimiento de la medida oficial.
En ese sentido, Luis Pandolfi, secretario general de la Uoetsylra, abogó: “vamos a ir hasta las últimas consecuencias”, al mismo tiempo que aseguró “venimos denunciando suspensiones y despidos en lavaderos industriales desde hace tiempo”.
Es lo que Pandolfi denunció como un “vaciamiento”, un “lockout patronal” donde los perjuicios de la crisis “los pagan directamente los trabajadores”, siendo siempre la variable de ajuste. En este caso con 50 familias que quedan en la calle.
“Si bien la situación es difícil también para los empresarios -y señalan que hay menos actividad-, esos empresarios han ganado muchísimo dinero y por eso, a veces, “lloran” y no es necesariamente cierto que tengan que achicarse y suspender gente”, concluyó Pandolfi.
La entidad sindical continuará con las protestas y medidas en defensa de los puestos laborales hasta lograr la reincorporación total de los trabajadores, según informaron.