UPCN: ¿Dónde está Carlos Quintana?

La seccional Buenos Aires de UPCN, el gremio mayoritario de los trabajadores estatales, sigue conmovida por la salud del histórico secretario general Teodoro Carlos Quintana.

Son varias las versiones sobre el estado de Quintana, pero escasas las certezas. Lo cierto es que el dirigente, al menos hasta el miércoles, se encontraba internado en el Sanatorio Anchorena del barrio porteño de Recoleta, institución propiedad del gremio nacional.

El por qué es un misterio y la situación suma incertidumbre en las decenas de miles de afilados y afiliadas que dependen de la seccional, más aún en plena campaña electoral. El gremio renovará autoridades el 2 de junio.

Lejos de aclarar y llevar tranquilidad, integrantes del consejo directivo seccional transmitieron diferentes diagnósticos y aumentaron las dudas. En declaraciones mediáticas, la actual adjunta Fabiola Mosquera habló de un «estresazo», mientras que el gremial Diego Rétola confirmó que Quintana se aplicó una «intervención», aunque sin ofrecer detalles al respecto. Y Héctor Nieves, secretario de finanzas, se refirió a un «coma diabético» producto de un empeoramiento de la enfermedad de diabetes que padecería el sindicalista.

Última aparición pública, el 21 de marzo pasado. ¿Dónde está Carlos Quintana?

Otras fuentes confiaron problemas estomacales, y hasta un tradicional medio platense, informó una dura enfermedad. Todas versiones que podrían desecharse o confirmarse a través de un comunicado oficial de UPCN que hasta el momento de publicada esta nota no existe, y es sospechoso por qué no lo hacen.

Más aún, teniendo en cuenta que del poder que sumo conquistar Quintana en la seccional bonaerense hoy dependen más de 30.000 afiliados y sus familias. Una masa de trabajadores desinformada sobre la salud de su secretario general. Una situación que podría desactivarse con un parte de prensa.

Lo concreto es que el líder sindical continúa fuera de la agenda pública, permanece con cuidados médicos y el futuro en la conducción de la organización es incierto. Tal es así que no estuvo presente en la presentación de lista puertas para adentro que, finalmente, lo lleva como candidato a secretario general. En plena actividad se pidió una “cadena de oración por Carlos”.

Además de conducir la seccional, Quintana es secretario adjunto del gremio a nivel nacional. Es el segundo de Andrés Rodríguez, hombre fuerte en la CGT, que ante la consulta de un medio gráfico nacional sobre la salud del titular de UPCN Buenos Aires aseguró: «está mucho mejor». ¿De qué? Tampoco lo confirmó.

UPCN Buenos Aires: lista única y limpieza de comisión

La semana pasada, al límite del cierre de los plazos para presentación de listas, el oficialismo elevó una lista única. Así, la tradicional Lista Azul llevará como candidato a secretario general a Carlos Quintana.

La presentación de lista se llevó a cabo con una vigilia en la noche del jueves en el camping de UPCN en La Plata. Hasta allí llegaron la adjunta Mosquera, Rétola, Nieves y los integrantes de la propuesta electoral.

Finalmente no hubo oposición. Se llegó a una lista unificada pero se corrió de cargos a un puñado de dirigentes, que fueron enviados a una especie de Consejo Asesor, lo que generó bronca porque sentían que tenían lugar asegurado en la nueva comisión.

Conmoción en UPCN por el delicado estado de salud de Carlos Quintana

Sin explicaciones sobre la ausencia de Quintana, los referentes de la Azul ratificaron la conducción del secretario general y se mostraron confiados en la «pronta» reincorporación al gremio del histórico dirigente.

Hoy la conducción de UPCN se ve limitada. Contar en el máximo cargo con un sindicalista en esa condición ralentiza la organización, más aún cuando su principal competidor, ATE Buenos Aires, está liderada por una figura de 50 años, en plena actividad y parte de la nueva camada.

La dinámica de la organización se complejiza, a sabiendas de los esperables desgastes de un modelo de gestión de cuatro décadas donde la figura de Quintana es trascendental: «todo pasa por él, y si no está, se ralentiza. Y hay una botonera de relaciones que solo la tiene él, y nadie más», sintetiza un allegado del gremio.

Una potencial licencia y la línea sucesoria

Héctor Nieves, Fabiola Mosquera y Diego Rétola, la línea sucesoria de Quintana

Una salida prolija que garantice el normal desenvolvimiento del gremio podría ser un pedido de licencia del secretario general. Pero, en caso de darse, se abriría un foco de conflicto que hoy todos buscan evitar. Por los conflictos internos y por la sombra del secretariado nacional.

Por estatuto, «en caso de licencia, ausencia, fallecimiento o cualquier causa que genere la vacancia transitoria o permanente de un miembro de la Comisión Directiva de la Seccional», el secretario general será reemplazado por el secretario adjunto.

«Los demás miembros serán reemplazados por decisión del propio órgano, en reunión convocada a ese único efecto», establece el estatuto de UPCN en referencia a autoridades de seccionales.

Hoy en línea sucesoria están Fabiola Mosquera (adjunta) y Héctor Nieves (finanzas), ladero histórico de Quintana.

Acá hay un dato que no se puede dejar pasar y que forma parte de la cultura del gremio estatal. Todo dirigente que firma como candidato también deja constancia de su renuncia en el cargo. ¿Mosquera tiene firmada su renuncia anticipada? Nieves en la primera vocalía sería la continuidad. Aquí comienza la incertidumbre y las riñas sucesorias.

El temor de la intervención

Andrés Rodríguez, secretario general de UPCN Nación

Aunque lo nieguen es un tema latente. En este punto el actor en cuestión es el secretariado nacional, encabezado por Andrés Rodríguez. El propio dirigente confirmó que ante una posible licencia de Quintana, la que asume es la adjunta.

Pero, como en toda unión, el poder centralizado de la conducción nacional es un arma de doble filo, en caso de contiendas internas en la seccional.

Así lo explica un especialista ante la consulta de Mundo Gremial: «En el modelo sindical argentino, en líneas generales, podés organizarte como federación o unión, en este segundo caso, te organizás como sindicato único y estás tomando una decisión política de concentrar en la cabeza todas las decisiones -económicas, políticas, administrativas- y las organizaciones de base, llamadas seccionales, solo tienen las facultades que le otorga la comisión directiva o el estatuto».

Y agrega: «Como diferencia fundamental con una federación, en la unión las seccionales pueden ser intervenidas e incluso disueltas por la sola decisión del órgano central. Elegir este segundo modelo te permite concentrar más poder pero también te hace responsable porque todo lo que hace o deja de hacer la seccional lo está haciendo el sindicato central, que es el único sindicato. Esta decisión de concentrar poder para tener mayor control tiene que ser compensada también con eso, justamente, mejor control».

Lo descripto refleja el caso de UPCN, y en la seccional Buenos Aires saben que una abrupta salida de Quintana significaría una patada en un hormiguero difícil de contener, ante la siempre atenta mirada de Rodríguez, que como concentrador de poder, podría optar por una intervención o mayores niveles de control.