Tras el rechazo de la CGT, el kirchnerismo intensificó el reclamo por sumas fijas

Frente a la resistencia que viene manifestando la CGT por este mecanismo de compensación salarial, el kirchnerismo intensificó la presión para que el Gobierno convoque a una reunión tripartita en la que se defina el pago de una suma fija hasta fin de año. Fue Máximo Kirchner, acompañado por dirigentes gremiales afines como Abel Furlán o el flamante ministro de Trabajo bonaerense, Walter Correa, quien retomó esta estrategia frente a la parálisis de la negociación que había iniciado el nuevo equipo económico.

«¡Vamos muchachos! ¿no pueden con una suma fija de $30 mil de acá hasta diciembre mientras se desarrolla la paritaria? ¿no pueden? ¿no pueden? ¿No valoran a los compañeros y compañeras que tienen trabajando, que cuidan a la empresa trabajando de esa manera, que se ponen la camiseta de la empresa y producen de esa manera?”, sentenció el titular del PJ bonaerense al referirse a la productividad y a las ganancias de la metalúrgica Ternium, en un mensaje dirigido no sólo al sector empresario.

El discurso se produjo el pasado viernes al atardecer en ocasión de un plenario de delegados de la UOM en Avellaneda. En el escenario el diputado estuvo acompañado por el titular del gremio, Furlan, y también por Correa, sindicalista del cuero y flamante funcionario bonaerense.

Este último recordó que en los primeros meses de la presidencia de Néstor Kirchner, en 2003, a fin de reconstruir un poder de compra derruido en 2002 cuando se devaluó y se pesificó en forma asimétrica, no dudó en decidir el pago de una suma no bonificable «por ocho meses», vía DNU, para así recomponer el ingreso de los trabajadores. Y que ello se produjo en paralelo al desarrollo de las paritarias que recién comenzaban a negociarse tras el parate de más de una década que fijaba la Convertibilidad.

Lo cierto es que durante el acto del viernes hubo críticas indirectas a la conducción cegetista. Desde hace tiempo el kirchnerismo puja por incidir en la central de calle Azopardo y, al mismo tiempo, busca desplazar a Claudio Moroni del ministerio de Trabajo. La presión por suma fija se lleva adelante en este contexto.

Del otro lado, la mesa chica cegetista ha rechazado el pago de bono como una estrategia general para recomponer salarios frente a la disparada inflacionaria de las últimas semanas. Defienden «las paritarias libres» como mecanismo de compensación al tiempo que conceden que los adicionales no remunerativos sí podrían acordarse para rubros «puntuales» de trabajadores más perjudicados en la puja distributiva.

Si bien Maximo dijo que las sumas fijas no van en detrimento de la negociación paritaria, detrás de esta controversia hay un enfrentamiento político. La desconfianza, como se observa, es mutua.