Marta Novick, subsecretaria de Estudios Laborales del Ministerio de Trabajo y artífice del estudio, reconoció a Tiempo Argentino que el año pasado disminuyó la creación de nuevos puestos y adelantó que en «el 2013 va a haber una recuperación del empleo de este amesetamiento del mercado de trabajo».
El informe que terminó de elaborarse a fines de diciembre último analiza el impacto del «crack global» en la Argentina en el marco de un modelo de desarrollo que privilegia la demanda agregada y el consumo interno como pivot del crecimiento económico.
Además, contrasta la situación del país con lo ocurrido en los países desarrollados, particularmente en Europa y los Estados Unidos, donde la caída de la actividad golpeó severamente al mercado laboral y empeoró las condiciones sociales.
«En el último trimestre de 2011 y en el 2012, la actividad económica global ha mostrado pobres desempeños en casi todas las economías. La mayoría de los países europeos atraviesan fases contractivas. Estados Unidos sigue evidenciando tasas de crecimiento muy moderadas. China continúa expandiéndose a tasas elevadas, desaceleró su ritmo de crecimiento», recuerda el trabajo elaborado por la Subsecretaría de Programación Técnica del Ministerio de Trabajo de la Nación.
En este marco adverso, la creación de empleo y las condiciones sociales de la Argentina se mantuvieron incólumes e incluso el empleo continuó mejorando durante los dos primeros trimestres del año pasado. Sin embargo, la cartera que conduce Carlos Tomada, admite que durante la última fase de 2012 comenzaron a percibirse algunos efectos sobre el nivel de empleo, aunque descarta un impacto significativo sobre los niveles de desocupación como aconteció en la Argentina en situaciones críticas similares a nivel mundial.
En este sentido, Novick subrayó que a partir del cuarto trimestre de 2012 «se nota un repunte del empleo registrado» como consecuencia de una mejora en las expectativas económicas y una serie de medidas específicas en las que estamos trabajando para profundizar sobre el empleo no registrado». El informe de empleo es optimista respecto del futuro, pero no deja de reconocer el impacto que sufrió el mercado laboral local como consecuencia de la crisis internacional.
«Era inevitable que la dinámica del mercado de trabajo en Argentina resultara afectada en alguna medida. Sin embargo, a diferencia de lo que ocurrió en décadas pasadas, el impacto de esta fase contractiva internacional y regional no ha redundado en nuestro país en un crecimiento signifivativo del desempleo, ni en la destrucción masiva de puestos de trabajo formales o en un empeoramiento de la distribución del ingreso», puntualiza el trabajo denominado “La situación laboral Argentina 2012”.
La información elaborada en base a datos provisorios del Sistema Integrado Previsional Argentino (SIPA) refleja la evolución del empleo que se observó el año pasado y subraya que «el número de empleos registrados en empresas privadas de todo el país «prácticamente no se modificó entre el tercer trimestre y el mismo trimestre de 2012 (creció 0,4%). Sólo en el segundo y tercer trimestre de 2012 se verifica una leve reducción intertrimestral del nivel de empleo formal».
A diferencia de la última crisis de la década, acontecida en el período 2008-09, que llegó a perder el 2,5% del empleo en términos interanuales, las consecuencias sobre el mercado asalariado han sido menores, fundamentalmente por las medidas que se tomaron para proteger el mercado interno de la avalancha importadora y de la defensa del mercado interno. En base al estudio, el Ministerio de Trabajo puntualiza tres conclusiones que se pueden obtener de lo acontecido en materia laboral en 2013:
• El bajo impacto de la crisis global en las condiciones de vida de la población.
• La situación económica, laboral y social se mantiene como una de las mejores de la década.
• La fortaleza que mostró la estructura productiva argentina para reestablecer con rapidez el crecimiento económico con creación de empleo.
Otro dato que destaca la cartera laboral es que los efectos negativos del actual contexto internacional adverso en el empleo asalariado registrado de la Argentina han sido «mucho más moderados» que los que se pudo observar durante la crisis del bienio 2008 / 2009.
«Mientras que hasta el tercer trimestre de 2012 no se verificó una contracción del nivel de empleo en la comparación interanual, durante la fase contractiva producida por el quiebre del sistema financiero internacional, el nivel de empleo formal llego a caer 2,5% en términos interanuales (en el tercer trimestre de 2009)», indica el Ministerio de Trabajo.
Por último, el informe señala que tampoco se ha producido una regresión en las condiciones sociales sino que la situación ha tendido a equilibrarse a medida que transcurre lo peor de la crisis.
«La distribución del ingreso familiar no sólo no se volvió más regresiva durante los últimos trimestres sino que mejoró levemente. El coeficiente de Gini del ingreso per cápita familiar publicado por el Indec cayó en los tres trimestres del año 2012 en la comparación interanual (presentó una disminución en promedio del 1,4% en todo el período analizado), lo que implica que la distribución personal de los ingresos se hizo un poco más equitativa durante el período evaluado», puntaualiza en uno de sus tramos el informe oficial.
