Hace una semana que los trabajadores de la fábrica CIDAL, ubicada en San Luis, tomaron la planta tras enterarse que la misma cerrará definitivamente sus puertas, dejando a 65 empleados en la calle
Diego Acordeón, vocero de los trabajadores, comentó que la fábrica venía con problemas «desde hace tiempo» para abonar los salarios en tiempo y forma y este año dejaron de comprar insumos para producir. «No producimos porque no tenemos casi materia prima, y en el caso del látex, que es importado, la empresa no pudo hacer la compra».
El conflicto se desató con la suspensión por 10 días sin goce de haberes de todo el plantel, integrado en un 50% por mujeres; medida que luego fue revocada por Relaciones Laborales, pero la fábrica no volvió a abrir sus puertas.
En este marco, la planta, encargada de fabricar globos y preservativos, venía con problemas desde hace tiempo, en abril había amenazado con irse a la quiebra; lo que generó preocupación en sus empleados que temieron no solo perder su fuente laboral sino también la posibilidad de cobrar las indemnizaciones.
El jueves de la próxima semana, los trabajadores se reunirán otra vez con los accionistas de la fábrica para continuar las negociaciones.
