El paro se hizo entre las 9.30 y las 10.15 y los delegados informaron en un comunicado que se concretó a raíz de la «llegada a la cabecera de Milberg, en Tigre, de personas mandadas por la empresa para presionar a los trabajadores mediante amenazas».
El delegado Angel Perticaro dijo en declaraciones a DyN que uno de los puntos del acuerdo firmado en el ministerio de Trabajo «dice que no pueden entrar a la empresa quienes no son trabajadores».
«Vino gente que era de ese grupito y se paró la línea por media hora, un poco más» y afirmó que «cada vez que esa gente venga se va a parar la línea».
Perticaro sostuvo que se trata de «gente armada que viene a intimidar a los trabajadores» y afirmó que «es la misma patota del otro día», en alusión a los incidentes producidos el lunes en las cabeceras tras el inicio del paro por una deuda de haberes, que se prolongó por cinco días.
El delegado advirtió que «cada vez que venga la patota vamos a parar. Vamos a terminar parando por tiempo indeterminado otra vez».
Por otra parte, denunció que la empresa MONSA S.A, a cargo del servicio, no se presentó a una reunión prevista con el ministerio de Trabajo en el marco del acuerdo firmado el viernes para determinar las diferencias en el pago de haberes que reclaman los trabajadores.
«Hoy había una reunión en la empresa donde el ministerio de Trabajo empezaba a revisar las cuentas, pero la empresa no presentó la documentación necesaria», explicó Perticaro.
El delegado sostuvo que «como la empresa no se presentó en la propia empresa no se pudo revisar los recibos de sueldo. Así que vamos a firmar un acta en el ministerio donde quede sentada esta situación».
«La empresa vuelve a mostrar falta de voluntad para zanjar diferencias. Si siguen así, volvemos a parar», expresó Perticaro respecto del conflicto que también paralizó el servicio en marzo y mayo por diferencias en el pago de haberes.
Asimismo, recordó que como parte del acuerdo la empresa debe depositar el miércoles «un promedio de entre 1.000 y 1.200 pesos por cada trabajador».
«Son cerca de 500 pesos por vales y el resto por haberes mal liquidados. Esto forma parte del acuerdo que firmamos y si no lo cumplen, volvemos a parar», manifestó el delegado.
El sábado, los trabajadores se manifestaron en «estado de asamblea permanente», en contra de una medida que obliga a los choferes a perder su descanso cuando llegan a las terminales del recorrido.
El paro de cinco días fue levantado el viernes al mediodía, aunque el servicio de la línea de colectivos se reanudó en la madrugada del sábado.
Los trabajadores aceptaron el viernes una oferta de la empresa para el pago de diferencias de salarios adeudados y el reconocimiento de delegados.
El acuerdo se logró tras negociaciones que los delegados mantuvieron con la secretaría de Transporte, el ministerio de Trabajo, la Unión Tranviarios Automotor (UTA), y un encuentro sorpresivo con la Confederación General del Trabajo (CGT) y la Central de Trabajadores Argentinos (CTA) que conduce Hugo Yasky.
El paro comenzó el lunes a las 12, cuando la comisión interna denunció el incendio del automóvil particular de uno de sus integrantes y atribuyó el siniestro a MONSA.
Los delegados, que rechazaron la conciliación obligatoria dispuesta el martes en el conflicto, polemizaron con el ministro de Trabajo, Carlos Tomada, sobre la medida y realizaron cortes en la colectora de la autopista Panamericana.
La línea 60 une Constitución con los partidos bonaerenses de Escobar y Tigre, y traslada más de 250 mil pasajeros por día.