En tanto, continúa el conflicto y la incertidumbre en Ribeiro, quien acaba de anunciar el ingreso a convocatoria de acreedores.
La empresa ya cerró sus locales en Casilda, Arrecifes y Flores y se agudiza la preocupación de más de 1400 trabajadores.
“Uno es consciente de que la venta bajó y la situación del país no acompaña, pero la empresa no se puede financiar a cuenta de los...