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SUPA se mete en la polémica del Puerto Buenos Aires y pide concesiones a 30 años
Corvalán, líder del sindicato portuario, reclamó consenso para entregar al país «un puerto competitivo y con inversiones».
Juan Corvalán, secretario general del Sindicato Unidos Portuarios Argentinos, Puerto Capital y Dock Sud (SUPA), habló con Mundo Gremial sobre la polémica por la licitación de terminales en el Puerto Buenos Aires y pide contratos por treinta años.
Hoy la situación en el puerto es caótica, con la presión de «sector de mucha influencia» que pide por la extensión por cinco años del estado actual de los operadores.
Pero la posición del SUPA es contraria. Se oponen rotundamente porque entienden que «nadie va a invertir en un puerto si sabe que solo va a estar cinco años», señaló Corvalán.
«La magnitud de la obra hace necesario que se hagan las licitaciones con concesiones a 30 años. ¿Quién te va a invertir a cinco años?», se preguntó el dirigente en diálogo con MG.
Cabe aclarar que la licitación que abrió este gobierno, con sobres de ofertas a abrir en los próximos días, tiene por objetivo dejar un solo operador, cuando en la actualidad existen tres en la actividad. Así dos quedarían fuera de juego, por eso las tres actuales pretenden estirar los contratos.
En ese contexto, el posicionamiento de los portuarios de SUPA es contundente: «Nosotros queremos trabajo a futuro. Y eso lo aseguramos con un puerto competitivo y con inversiones. A nosotros nos interesa el futuro del puerto y con los trabajadores adentro», destacó Corvalán.
Y profundizó: «Hoy un buque de contenedores en nuestro puerto entra hasta 320 de eslora y la demanda es para buques de 400 de eslora. Esta es la inversión que se requiere y si no se corrige en un futuro inmediato van a empezar a operar todos en Brasil, hacer transbordo y van a llegar barcazas a Buenos Aires. No podemos permitir llegar a eso».
Según explican desde el SUPA, si las licitaciones se extienden por cinco años «vamos directo al atraso, y nuestros competidores están creciendo».
«Nosotros no hacemos negocios y nos importa el futuro, y nuestros trabajadores. No tenemos intereses empresariales», concluyó.
Al ser consultado sobre la expectativa con la llegada de Alberto Fernández a la presidencia, Corvalán afirmó no saber cuál será la política para los puertos del gobierno entrante, pero se mostró «tranquilo, como lo estuvimos en los últimos años, donde dialogamos con las autoridades.
«No tuvimos despidos sin causas. Cumplimos con la paz social», señaló, y sentenció: «No nos preocupa la política del día a día, sino las políticas públicas que se instalan a 20 o 30 años, que son las que tienen impacto en la actividad. Y en tantos años pasan varios gobiernos».
Respecto a la quiebra del sindicato decretada a fines de 1998, el líder de SUPA aseguró que se trata de «un tema terminado» , a pesar de los embates judiciales sufridos por la organización en los últimos años.
«La quiebra está concluida. Pudimos levantar las dos quiebras que afrontamos, la del sindicato y la de la obra social. Esto lo aclaro porque hay sectores que nos quieren desarticulados, les quiero dejar un mensaje: sigan esperando», lanzó.
En ese sentido, Corvalán agradeció «el apoyo más importante que tuvimos, que fue el apoyo de los afiliados, fue esencial. Les quiero decir que no vamos a volver al ’94».
Por último, se refirió a un conflicto que mantienen, junto a la Federación de Estibadores Portuarios (FEPA), en Campana, Zárate y Ibicuy con denuncias a empresarios de la actividad por firmar acuerdos salariales “a la baja” a espaldas de la organización gremial.
«Estoy muy preocupado por lo que están pasando los trabajadores. La FEMPINRA está haciendo un desastre en la región. Es un grave error firmar convenios a la baja y amenazando a los trabajadores. Quieren volver a los valores del `94 en esa zona, llevando el jornal de 6 a 12 horas», se quejó.