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ANÁLISIS Y OPINIÓN

SOMU: “el primer sindicato marítimo en tener un protocolo contra la violencia de género”

▪️ Por Bianca Coleffi

El Sindicato de Obreros Marítimos Unidos (SOMU) tiene casi 10 mil afiliados desplegados en más de 20 delegaciones de todo el país. Fue uno de los 23 sindicatos intervenidos durante la gestión del gobierno de Mauricio Macri. Ahora celebra la aprobación de un Protocolo contra la violencia de género.

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Luego de los cuatro años del macrismo, el sindicato se estabilizó y creó su Secretaria de la Mujer con Betina Santillán a la cabeza, la cual pretende acercar políticas de inclusión e igualdad de género para generar mayores avances en el lugar que ocupa la mujer dentro del sector marítimo. Le pusieron el nombre y eligieron un símbolo; el ancla rosa las define como mujeres trabajadoras marítimas.

Hay mujeres a bordo de barcos petroleros, areneros, remolcadores y catamaranes. Hay mujeres pescadoras, marineras y capitanas. Aunque en Argentina, “solo representamos el 2% del total de trabajadores marítimos”, dijo la Secretaria Nacional de la Mujer de SOMU, y agregó que en el sindicato “no llegamos a ser 300 afiliadas, de 10 mil que tiene el sindicato”

El gremio representa a trabajadoras de norte a sur, “desde una seccional en Misiones con muchas mujeres que trabajan arriba de los catamaranes en la actividad del turismo, hasta Ushuaia, con pescadoras que están en cubierta, tiran las redes, o las que procesan el pescado en las plantas frigoríficas”, dijo la dirigenta.

Hay trabajadoras en diferentes tipos de embarcaciones. La mayor cantidad de mujeres trabajan en Casinos Flotantes; son alrededor de 200 trabajadoras. Le sigue la actividad de la pesca con aproximadamente 60 afiliadas, y luego mujeres a bordo de buques o catamaranes, en la rama del turismo.

Desde hace cuatro años que desde la Secretaria se viene trabajando en un Protocolo de Intervención y Acción en casos de discriminación y/o violencia por razones de género contra las mujeres y personas LGTBQ+ en el ámbito laboral marítimo. “Recién en la Asamblea del 8 de junio se aprobó el protocolo que permite darle un marco legal, pero venimos utilizando este instrumento desde hace varios años”, aseguró Betina Santillán.

Conforme a la OIT, en el último informe referido a la temática, los conceptos de “violencia” y “acoso” se utilizaron para describir el continuo de comportamientos que redundan en sufrimientos o daños físicos, psicológicos o sexuales. Una de las reiteradas situaciones que sufren las mujeres de la actividad marítima es la discriminación; “sobre todo en el ámbito de la pesca”, afirmó Santillán, “donde no las dejan embarcarse o darle trabajo por ser mujeres”.

Al mismo tiempo, el protocolo busca intervenir en situaciones de violencia de género a bordo, con un escenario aún más complejo para las mujeres al encontrarse mar adentro, y en la mayoría de los casos con una tripulación solo de hombres.

“En ese caso, el Protocolo establece una serie de pasos que las compañeras deben hacer cuando le sucede una situación de violencia embarcadas”, contó la representante de las mujeres de SOMU. Y aseguró que el instrumento legal tuvo un gran trabajo de articulación con las Seccionales del interior del país, la de Capital Federal, y las delegaciones. “Cuando hay una problemática abordo, ya las compañeras saben lo que tienen que hacer, y las delegaciones también”.

“El límite a bordo lo ponemos nosotras”, añadió Santillán. A su vez, el Protocolo no solo intenta intervenir en situaciones de violencia sino prevenirlas, sin necesidad de llegar a una denuncia. “Porque sabemos que del otro lado también hay un trabajador”.

 

Por otra parte, el Protocolo incorpora un formulario de denuncia, una herramienta interna, que busca relevar los casos de violencia, investigarlos y acompañarlos desde el equipo interdisciplinar con el que cuenta la Secretaría de la Mujer del sindicato.

Santillán cuenta que no solo ha asesorado a compañeras dentro del gremio, sino a otras trabajadoras de diferentes sindicatos, que buscan asesoramiento para comenzar a construir sus propios pisos de derechos en materia de género.

Entre otras cosas, las casi 300 afiliadas mujeres de SOMU discuten problemáticas como la igualdad de oportunidades en el acceso al trabajo, la paridad en los cargos electivos y jerárquicos sindicales, por la inclusión en las paritarias, y en contra del ajuste y la precarización. Y afirman que quieren “más voces feministas en todos los debates políticos, económicos, sociales, culturales”

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