Sismo en la UOM

La estantería todavía tiembla. El sacudón por la sorpresiva salida de Antonio Caló de la UOM abrió un nuevo panorama en el gremio metalúrgico. Y por qué no también en el sindicalismo en general.

Caló representaba, al frente de la UOM, un estilo de sindicalismo, un rastro de época, una impronta de un tipo de liderazgo, y su salida marca un cambio de era. Un movimiento violento que llevará un tiempo reacomodar.

Oficial: Abel Furlán es el nuevo secretario general de la UOM

El apartamiento de Caló de la secretaría general después de 18 años genera a su vez un quiebre en la estructura de conducción que hasta acá mantenía vigente la UOM.

Históricamente el máximo cargo del secretariado nacional fue para la seccional Capital Federal, hoy al mando de Caló, y la adjunta para Avellaneda. Así funcionó y caminó a lo largo de las décadas el gremio. Pero las cosas parecen cambiar.

Por primera vez, al menos en la historia más cercana, ni Capital Federal ni Avellanada tendrán las dos sillas más importantes en el consejo directivo, que ahora serán ocupadas por las seccional Campana-Zárate (Abel Furlán) y San Nicolás (Naldo Brunelli).

Además es inusual en la UOM un recambio de secretario general a través de una elección o del voto de congresales. Hasta ahora la sustitución había sido por asesinato (el caso Vandor) o por muerte natural (el caso Miguel). Otra radical diferencia que habla también de un cambio de época en el sindicalismo.

Caló junto a Brunelli, nuevo secretario adjunto de la UOM

Ahora bien, ¿quién eligió a Furlán? Algo que caracteriza a las uniones de trabajadores es que al nuevo secretario general no se lo elige por el voto directo de los afiliados, si no a través de un Colegio Electoral definido por la suerte de cada candidato en su seccional.

En la UOM 2022, el cambio lo dio, lo gestó y lo produjo la propia dirigencia. El afiliado lo siguió desde afuera. Es por eso que la cuestión a resolver, en materia sindical o de representación gremial, es qué UOM nace. La UOM Furlán. La UOM PosCaló.

El cambio Caló ↓ Furlán ↑ abre mucha especulación en torno a lo que puede pasar con Casa Rosada ya que el hombre de Campana mantiene fuerte diálogo con el kirchnerismo y siempre estuvo alineado a la estructura orgánica del PJ nacional y provincial con Máximo Kirchner, situación que de alguna manera genera expectativas. En términos generales, sale un dirigente muy alineado con Alberto Fernández y entra otro de marcada cercanía al ala K.

La otra arista es la industria y ver cuál será la reacción de un sector en pleno cambio de matriz productiva.

Otro punto de análisis: a quién favorece este resultado en la CGT. Hasta acá Caló funcionó como un dique de contención entre los sectores cegetista. El metalúrgico fue clave en las negociaciones por la unidad, aunque nunca abandonó su cercanía con los Gordos e Independientes. Dato a parte: ningún peso pesado de la central salió a respaldarlo públicamente en la previa al Congreso, tal vez descontando una reelección que no llegó.

En la negociación por la unidad en la central logró quedarse con la estratégica Secretaría del Interior, que ahora el propio gremio definirá resolver qué rol adoptará en ese sentido. ¿Será Furlán quien ocupe la banca de UOM en CGT? ¿Habrá ganado el moyanismo un nuevo aliado? Preguntas que aún tienen debate interno en el gremio metalúrgico.

Este panorama de recambio llenó de signos de exclamación (!!!) al resto del sindicalismo y sirve de advertencia, de un lado, y de esperanzas, en las veredas opuestas, ante la posibilidad de quiebres y nuevas estrategias en el seno de un sindicalismo trastocado inevitablemente en la era de la pospandemia.