Sin acuerdo de unidad, la CGT intervino la delegación regional Córdoba

La CGT nacional resolvió intervenir la delegación regional de Córdoba ante la falta de acuerdo para definir una nueva conducción unificada, en el marco del proceso de normalización impulsado por la secretaría del Interior de la central.

La decisión fue adoptada por el triunvirato a cargo de la secretaría nacional y el secretario de interior Abel Furlán. Ahora será el delegado normalizador Horacio Otero el encargado de designar a tres representantes de organizaciones confedeadas para integrar una comisión normalizadora.

En una nota que lleva las firmas de los cotitulares Héctor Daer, Pablo Moyano y Carlos Acuña, la central explicó que se tomó la decisión tras fracasar los intentos de unidad dentro de la jurisdicción.

«Luego de numerosas reuniones entre los referentes de los distintos gremios, no se alcanzó un acuerdo para integrar una lista de unidad, hecho este que obliga a quien tiene la responsabilidad de encausar la normalización de las delegaciones regionales, a no resignar esfuerzos en búsqueda de zanjar las hipotéticas disconformidades imperantes», explicaron.

La CGT nacional recostó la resolución en la potestad que tiene el Consejo Directivo Nacional en cuanto «acción, orientación y dirección» de las delegaciones regionales creadas o a crearse dentro del territorio del país.

La medida adoptada desplaza de su cargo al actual secretario general José Pihen del sindicato de empleados públicos de la provincia y cercano al gobernador Juan Schiaretti.

Otros actores que pugnan por la conducción son el camionero Edgar Luján; Emiliano Gramajo, de la Asociación Obrera de la Industria del Transporte Automotor; Pablo Chacón de Comercio y Rubén Urbano de la UOM, estos dos últimos del Movimiento de Trabajadores de Córdoba (MTC); entre otros.

La intención de la conducción nacional de CGT es respetar el mandato de la unidad. Ese fue la misión otorgada a Otero, pero sin acuerdo se definió la intervención.