La paritaria de la seguridad privada sigue sin acuerdo y la impaciencia de los trabajadores va en aumento. La Unión de Personal de Seguridad Privada (UPSRA) continúa por estas horas con las negociaciones con la cámara empresaria del sector para intentar arribar a un entendimiento.
En la reunión de ayer, el gremio y la cámara CAESI se mantuvieron alejados en las pretensiones sectoriales por lo que se fijó un cuarto intermedio. Las conversaciones formales tendrán un nuevo capítulo este viernes por la mañana con una nueva audiencia en el ministerio de Trabajo.
Además de la UPSRA, de la audiencia formaron parte los representantes de la Federación Argentina de Trabajadores de la Seguridad Privada (FATRASEP), que nuclea a los gremios del interior como SSIP, SUVICO, SIVISEP, UPSAP y UESEVI.
La pretensión de los sindicatos es avanzar en un aumento de sueldos a corto plazo para acelerar una recomposición en el salario de los vigiladores de seguridad privada.
En encuentros anteriores, la patronal había ofrecido una suba del 32% en dos tramos hasta mayo, pero recibió la negativa del sector sindical.
En la actualidad, el sueldo mínimo bruto de un vigilador general es de $155.000, y en el caso de un vigilador principal llega a $172.344.
Un sector de la representación gremial solicitó que el nuevo salario mínimo se ubique por encima de los $200.000.
Con este panorama, los gremios de la FATRASEP lanzaron medidas y paros a partir de esta mañana en distintos objetivos del interior del país para visibilizar las demandas de mejoras salariales. «No hay tiempo para seguir dando vueltas», advirtieron.
La UPSRA informó que se mantiene en estado de alerta y movilización a la espera de una nueva oferta de los empresarios, por lo que la audiencia de mañana será clave para evitar una escalada de conflictos.