Schmid y FSAC reclaman «urgentes medidas que detengan y reparen el daño ambiental»

La Federación Marítima, Portuaria y de la Industria Naval (Fempinra), que lidera Juan Carlos Schmid, junto a entidades que integran el Frente Sindical de Acción Climática (FSAC) reclamaron medidas al ministro de Medio Ambiente, Juan Cabandié, a gobernadores y a los legisladores.

El dirigente gremial pidió «urgentes medidas que detengan y reparen el daño ambiental» provocado por los incendios en los humedales del Delta y el secano cordobés, y advirtió sobre los graves problemas que produce la bajante histórica del río Paraná.

Un documento de las organizaciones explicó que «el fenómeno de la Niña y el escaso nivel de lluvias en las cuencas de la Hidrovía causaron un profundo estrés hídrico y la bajante del Paraná -la mayor en 50 años- y, todos los cursos fluviales de la cuenca, registraron una bajante con caudales mínimos».

«La caída del nivel del río también provoca dificultades en las tomas de agua para abastecer a las ciudades; elevada mortandad de peces y daños ambientales en extensas zonas de Santa Fe, Entre Ríos y Buenos Aires. La ausencia de humedad en la vegetación de las islas se suma a los incendios de febrero, que persisten por la especulación inmobiliaria y la ganadería», describieron desde el Frente Gremial.

Schmid y el Frente Sindical añadieron que el avance de las columnas de humo no reconoce límites geográficos y provoca daños a la salud y perjuicios en el contexto de la pandemia de coronavirus, a la vez que indicaron que ciudadanos en las riberas de la Hidrovía «están afectados con enfermedades respiratorias y alérgicas evitables, y la fauna local sufre un impacto de difícil recuperación».

También advirtieron que se detectaron más de 2 mil focos de incendios, y criticaron al Servicio Nacional de Manejo del Fuego y el Plan Integral Estratégico para la Conservación y Aprovechamiento Sostenible en el Delta del Paraná porque «no tuvo una mirada integral en la gestión de los humedales y tampoco un enfoque regional de la cuenca», y «el Sistema Nacional para la Gestión Integral del Riesgos no protege a personas, comunidades y el ambiente».