Las discusiones paritarias entre docentes y gobiernos de al menos siete provincias, que arrancaron en las últimas horas para ganar unos metros a la negociación nacional, llevan como base la moción de CTERA de un sueldo mínimo de 3.000 pesos para un cargo de maestro de grado sin antigüedad, dijeron fuentes sindicales. De concretarse la propuesta ceterista, el haber mínimo del maestro que ingresa al cargo recibirá un incremento del 25 por ciento del salario.
El posible acuerdo para el ciclo lectivo que se aproxima estará algo lejos del magro 18 por ciento que manejaban algunas fuentes gubernamentales, aunque se verá si será suficiente para alejar los fantasmas del «no inicio de clases» que rondan entre algunas organizaciones gremiales provinciales, especialmente las de zonas desfavorables como la Patagonia.
Desde el gobierno nacional, a pesar de las advertencias a los maestros santacruceños sobre nuevas huelgas, se oyeron otras voces conciliatorias como la del ministro de Educación, Alberto Sileoni, quien aseguró a sus pares del Consejo Federal que continuará la ayuda a las 11 provincias más pobres para hacer frente a las subas salariales de los maestros. También resuena la aclaración del ministro de Trabajo, Carlos Tomada, respecto a que la paritaria «no tendrá piso ni techo».
De todos modos, los dirigentes docentes de los diversos sindicatos, entre ellos CTERA, UDA, AMET y SADOP, prefieren no hablar de porcentajes en sintonía con la postura de los funcionarios, estos últimos prevenidos ante el temor que se reclame se traslade al resto de la pirámide salarial, donde se suman otras variables como la antigüedad en la docencia. En los últimos meses de 2011, varias agremiaciones del magisterio, entre ellas el numeroso Frente Gremial, intentaron sin suerte cerrar una «mejora de la calidad del salario» a través del «blanqueo» al sueldo básico de algunas sumas no retributivas.
Mientras, otros maestros, como los entrerrianos, catamarqueños, santiagueños y rionegrinos, procuraron infructuosamente obtener una suma fija de «fin de año» como premio compensador del costo de vida.
En la actualidad rige el acuerdo paritario que cerraron los cinco sindicatos docentes de representación nacional en marzo de 2011 con las carteras de Educación y de Trabajo en la convención colectiva, que llevó el piso salarial mínimo del maestro a 2.400 pesos en julio, una suba en dos tramos, que representó el 27,5 por ciento de aumento.
En otras jurisdicciones, la discusión paritaria particular superó ese promedio, como en Santa Fe, con una suba del 33 por ciento, ciudad de Buenos Aires, con un arreglo del 32 por ciento, en Córdoba con el 31 por ciento de incremento. Además se abrieron las «rondas» paritarias gremios y gobiernos de Santa Fe, San Juan, Salta, Mendoza, Río Negro, La Rioja y Catamarca, anticipadas a la paritaria nacional, que sesionará en febrero. Entre los últimos movimientos sindicales, es de mencionar que la numerosa Federación de Educadores Bonaerenses (FEB), que conduce Mirta Petrocini, decidió en un congreso de la entidad separarse de la Confederación de Educadores Argentina (CEA) y reclamar integrar la paritaria nacional, junto a los restantes sindicatos y federaciones.
Finalmente cabe recordar que desde La Plata, la Unión Docentes de la Provincia de Buenos Aires, UDOCBA, reclama un salario básico inicial de 3.900 pesos. En ese sentido el gremio docente integrado a la CGT que conduce Miguel Ángel Díaz reafirmó que: “Las clases no comienzan mientras se postergue una respuesta salarial”.
Esta posición viene sustentada por el Plenario de Secretarios Generales que UDOCBA realizó a mediados de diciembre pasado donde resolvieron continuar con las medidas de fuerza y que no comenzarán las clases, hasta tanto siga postergándose la respuesta salarial del gobierno bonaerense, a la vez que decidieron peticionar por un salario básico inicial de 3.900 en lugar de los 3.100 que se venían reclamando. En esa oportunidad el Secretario General de la UDOCBA, Miguel Ángel Díaz, señaló que “el gobierno, faltando a su palabra, postergó durante semanas su oferta salarial y por tal cuestión ya no le creemos y en consecuencia, mientras no haya una respuesta salarial efectiva no comenzarán las clases en las escuelas bonaerenses”.
Mientras tanto, –añadió- y como la inflación y los precios de los servicios y alimentos se incrementaron notablemente, entendemos que es lógico no dejar pasar ni un minuto más y actualizar a partir de enero nuestras demandas en torno de un básico inicial de 3.900 y con el incremento proporcional del resto de los sueldos, respetando carrera y antigüedad docente y una suma de emergencia a partir de noviembre de $ 1.000 por agente”. Díaz agregó que “se mantiene firme nuestra decisión de darle continuidad a nuestro plan de lucha, porque estamos convencidos de que nos asiste la razón y el derecho por mejores condiciones de trabajo, empezando por un salario digno, sin cobro de sumas adicionales en negro que son funcionales a jubilaciones miserables y a evasiones en detrimento de nuestra obra social”. UDOCBA viene realizando un plan de lucha con seis paros realizados en los últimos meses y una movilización a Casa de Gobierno bonaerense.-
