ANÁLISIS Y OPINIÓN

Príncipe heredero se busca en Seguros

Continúan los cruces por el futuro del gremio que nuclea a los trabajadores y trabajadoras de la actividad aseguradora. La pelea por la sucesión del secretario general Martínez.

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Desde cierta concepción dinástica del sindicalismo los cargos se heredan de padres a hijos con la misma naturalidad con que los luises lo hacían en la Francia monárquica. Nada importa la representación de los trabajadores. Ni siquiera la capacidad de los dirigentes para sucederse. Solamente importa el poder del dinero y la red política.

¿Estará bien? ¿Estará mal? Poco importa. Funciona.

Pero de vez en cuando aparece una situación en la que el secretario general de una organización no tiene sucesor familiar, y ahí empieza el baile.

Ése es el caso de Seguros. Un sindicato que viene con una interna interminable desde que en 2003 empezara la gestión de “transición” que sacó al histórico Valle, después de 30 años al frente del gremio en los que se mantuvo a pesar de los militares para irse al término del menemato, del que fuera un insaciable cultor, como riojano de pura cepa que es.

Valle, quien ostenta el dudoso honor de haber pactado con los militares para preservar la institución (acaso su mayor logro ante la intervención militar y el posterior avance de los “boinablanca” en los ´80) había sucedido a Báez, otro histórico, quien en los ´70 le dio al Sindicato del Seguro la impronta que lo hizo respetado entre gremios de mayor porte: la participación política, sus hoteles y lo más importante, su obra social -OSSEG- que desde su creación era el mayor motivo de orgullo para los afiliados a Seguros.

Después vino Martínez, el ignoto vecino de Plaza San Martín, quien participó de la conducción del gremio tanto con Báez como con Valle, y hoy protagoniza los desaguisados sin el menor pudor, intentando colgarse el mote de “transparente”, sin embargo, a pesar de cultivar un bajísimo perfil, no pudo impedir que lo escrachen, tal como lo hemos podido ver a través de medios como América 24, Infobae y Ámbito Financiero que en los últimos días ventilaron las causas por lavado que pesarían sobre él.

Ante esta arremetida mediática, Martínez estaría poniendo “pies en polvorosa” dejando a la organización sin otro sucesor que Jorge “Pino” Sola, el amigo de Moyano que deberá afrontar el descrédito ocasionado por su colega, Martínez, sumado a la tirria que el gobierno ya le tiene por su rol en la CGT como Secretario de Prensa.

“¡Son todos unos chorros y unos corruptos, se quieren quedar con el gremio!”, habría dicho Pino a los gritos golpeando la mesa, en alusión a sus compañeros secretarios durante la trasnoche del jueves, dejando claro que su vocación de servicio puede más que los imponderables, y que él no tiene nada que ver con lo ocurrido. Por si acaso, dejó claro también que el interior lo banca.

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