A tres días del cierre de listas, siguen las negociaciones para definir los candidatos del oficialismo en el principal distrito del país y tal como ocurrió en comicios anteriores, no habrá «una lluvia» de postulantes surgidos del sindicalismo, lo que forzaría la búsqueda de unidad de la CGT para que el movimiento obrero no sea blanco de una nueva “falta de respeto” de la clase política.
Hasta el momento no hay ninguna confirmación de la boleta bonaerense del Frente de Todos, que el sábado a la noche oficializará ante la justicia electoral. En las últimas horas se presentó en La Plata la denominada “Mesa Sindical de Todos” que propondrá como precandidato a diputado nacional a Oscar de Isasi, titular de ATE Buenos Aires, a Pedro Borgini (Sanidad) como precandidato a diputado provincial y a Cristian Vander (Telefónicos), que buscaría renovar como concejal platense.
De Isasi, que históricamente ha tenido un vínculo conflictivo con cada administración bonaerense, mantiene una buena relación con el gobernador Axel Kicillof y hasta se especuló que éste impulsaba su candidatura. “No postulamos a nadie. Pero es un compañero que tiene un legítimo interés en formar parte de las opciones electorales de nuestro frente”, contaron cerca del mandatario provincial.
La definición del cupo sindical, no obstante, parece reservar un número escaso para el sector. En los últimos días algunas fuentes relativizaban las chances que Hugo Yasky (CTA de los Trabajadores) pudiera renovar su banca en Diputados y que la que tenía grandes chances de hacerlo era Vanesa Siley (Judiciales), también dirigente camporista e integrante del Consejo de la Magistratura. Con todo, al ser consultado por este medio, Yasky dijo que hoy no hay nada cerrado “porque hoy se están discutiendo las cabezas de lista y después se decidirá el resto. Pero hay señales de que voy a integrar la lista” al fundamentar que hay consenso en garantizar “la pata sindical” de la oferta electoral del FdT.
En la CGT prefieren no agitar el avispero respecto a la demanda para que representantes del mundo del trabajo tengan un mayor lugar en el bloque oficialista de la cámara baja. Pero hay una certeza de que la institución de calle Azopardo necesita reforzar su músculo político y la búsqueda de la unificación iría en ese sentido. Tras la decisión de Trabajo de no prorrogar la suspensión de las elecciones sindicales, habrá renovación en la conducción de la central obrera antes de fin de año.
Para Ignacio Lonzieme, titular del sindicato de Informáticos de la República Argentina e integrante de la Juventud Nacional Sindical (moyanista), la escasez de candidatos del gremialismo expresa la “falta el respeto cada vez mayor al sindicalismo de la política no solo por el tema de las listas sino por la falta de ámbitos para participar de las decisiones» de gobierno y que esta coyuntura evidencia una falta de “estrategia de poder” de la central obrera.
