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Personal de lavaderos activa asambleas tras las negativa empresaria a recomponer salarios

Desde el gremio reforzaron el reclamo con los datos de la canasta básica de agosto. Podrían definirse medidas de fuerza.

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La Unión de Obreros y Empleados Tintoreros, Sombrereros y Lavaderos (UOETSyLRA) comunicó su malestar luego de que los representantes de la cámara empresaria se negaran a considerar el último reclamo salarial elevado por los trabajadores del sector de lavaderos industriales. Habrá asambleas y se avecinan medidas de protesta.

Tras conseguir un acuerdo con los sectores de tintorerías y sombrerías, los empleados de lavaderos industriales no recibieron respuesta por parte de la Federación de Cámaras de Lavaderos de Ropa Limpierías y Afines (FEDELARA), para otorgar un bono extraordinario y no remunerativo de 130 mil pesos para agosto.

Además, desde la organización gremial reforzaron el reclamo luego de que se conocieran los datos difundidos por la Universidad Católica Argentina (UCA), que aseguró que un trabajador necesita ingresos por 900 mil pesos para garantizarse el acceso a la Canasta Básica.

Por lo pronto, el sindicato apuntó contra la Federación por inducir a los lavaderos “a no acceder al reclamo efectuado por el gremio” y criticó esta decisión empresaria por “inconsulta” y “unilateral”. En ese sentido, calificó a los empresarios de la sanidad como “insensibles” y que “no toman conciencia de las necesidades”.

“Solo se preocupan por adjudicarse las licitaciones más sustanciales y jugosas, quejosos de toda la vida y llenos de trabajo siempre; pero afortunadamente existen otros empresarios que si atienden y entienden de las necesidades de los trabajadores de otras ramas, dejándolo plasmado en actas de acuerdo con el sindicato con un monto no remunerativo”, expresaron ayer en un comunicado.

De este modo, el gremio profundizará el reclamo salarial con la puesta en marcha de asambleas y aseguró que “de ser necesario, comunicaremos un medida de acción directa para toda la actividad”, por lo que adjudicaron toda la responsabilidad del caso a los empresarios por hacer “oídos sordos”.

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