Con trenes paralizados, subtes frenados y sin vuelos en todo el país, el impacto del paro de transporte tuvo su punto flaco en el sector portuario, donde se registró actividad normal en la gran mayoría de las terminales portuarios del país.
Se estima que el 95% de los puertos argentinos garantizaron funcionamiento a pleno, a excepción del Puerto de Buenos Aires y otro par de terminales satélites en los que se frenó la actividad por acuerdo con los sectores patronales.
El escaso acatamiento de los trabajadores a la medida desnuda la crisis de representación que atraviesa la Federación Marítima, Portuaria y de la Industria Naval (FEMPINRA), la entidad convocante de la medida de fuerza en el marco de la Mesa Nacional de Transporte.
La organización que conduce Juan Carlos Schmid sufrió una sangría de respaldos en el último tiempo, que la posicionan en un lugar de incomodidad y retroceso en el esquema gremial portuario.
El fracaso de la FEMPINRA en el impacto en el seno portuario quedó evidenciado en el material fílmico que acompañan en esta nota y ratifican el pleno funcionamiento en las distintas ramas de la actividad de puertos.
Sólo hubo parate total en un sector de cargas del puerto porteño, donde las entidades adheridas a la entidad de Schmid -según informaron a Mundo Gremial- sellaron un acuerdo con las empresas para atrasar el ingreso de barcos, vaciar las dársenas y simular una situación de paro.
El flojo desempeño de la protesta en el sector portuario trajo coletazos al interior de la Mesa del Trasporte y el rezongo de un ala del espacio contra Schmid y sus aliados, que entregaron la foto negra de la protesta contra el gobierno de Javier Milei.