La Asociación Trabajadores del Estado (ATE) relevó un nivel de adhesión superior al 90% en las primeras horas del paro nacional contra la amenaza del Gobierno de miles de despidos a fin de mes.
Son casi 65.000 los contratos del Estado que fueron renovados tan solo por tres meses, miles de los cuales el Gobierno planea concluir este 30 de septiembre. Además, ATE también reclama por la pérdida del poder adquisitivo de los estatales que ya supera el 30% en lo que va del año y podría empeorar a partir de la amenaza de congelamiento salarial.
“En este momento el Gobierno se debilita. Por primera vez le empiezan a entrar las balas y tenemos que acelerar”, aseguró Rodolfo Aguiar, Secretario General del sindicato. El líder sindical llamó a «multiplicar las protestas en toda la Argentina y generar un rápido crecimiento de la conflictividad».
En referencia a los niveles de adhesión al paro, señaló: “El alto nivel de acatamiento muestra que los estatales le pierden miedo a las presiones, violencia y amenazas de los funcionarios y están decididos a pelear en defensa de sus salarios y puestos de trabajo”.
La Administración Pública Nacional, las provinciales y municipales se ven afectadas por la medida de fuerza; los hospitales funcionan sólo con guardias mínimas y los organismos esenciales atienden únicamente emergencias.
En tanto, otros servicios como la recolección de residuos, el barrido de las calles, los porteros de escuelas, auxiliares de educación y el mantenimiento de espacios verdes también se ven alcanzados por la medida de fuerza.
En la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, en la mayoría de los ministerios habrá cese de tareas y retiro de los lugares de trabajo a partir de las 11 de la mañana.
La conducción nacional del sindicato se movilizará a partir del mediodía hacia la Plaza de Mayo y realizará una olla popular frente a la Casa Rosada. En tanto, la medida se replica en todo el país con cortes de rutas y movilizaciones a las casas de gobierno en la mayoría de las provincias.