En la jornada de ayer se concretó la primera reunión paritaria entre el Gobierno de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires y los gremios docentes. Los trabajadores demandaron que el incremento contemple la inflación prevista para este año, aunque las autoridades porteñas decidieron no presentar ninguna oferta hasta tanto no cierre la Paritaria Nacional Docente.
La reunión se concretó en la cartera educativa de la Ciudad y contó con la presencia del subsecretario de Carrera Docente, Manuel Vidal. Si bien la mesa “sobre el salario y las condiciones laborales” no contó con posibles porcentajes de incrementos, desde el Gobierno aseguraron que continuarán las conversaciones durante la semana.
Por su parte, desde la Unión de Trabajadores de la Educación (UTE), plantearon que “el aumento 2021 debe contemplar dos aspectos: la inflación prevista para el año en curso y, por otro lado, un proceso de recuperación de lo perdido durante los últimos cinco años de la gestión de Horacio Rodríguez Larreta”.
“Debe ser una paritaria abierta todo el año. En el mismo sentido, exigimos al gobierno cumpla el fallo judicial obliga a aumentar las asignaciones familiares que congeló en el año 2013”, detallaron.
Al mismo tiempo, UTE ratificó a través de un comunicado todos los puntos planteados respecto de las condiciones laborales. Algunas de ellas son los actos públicos presenciales, las licencias para docentes que tienen familiares de riesgo, acceso a los cargos para estudiantes, computadoras y conectividad para docentes y estudiantes, y mejoras en las condiciones de infraestructura escolar.
Por otra parte, desde Ademys, plantearon la necesidad de analizar “una cifra concreta” que contemple “$55.000 de salario inicial del cargo testigo equivalente a un aumento del 50%, blanqueo de cifras y recuperación del salario familiar y la incorporación de la cláusula de indexación”.