El secretario general de la Asociación Bancaria (AB), Sergio Palazzo, volvió a insistir sobre los proyectos de ley que impulsan algunos sectores para reducir la jornada de trabajo en Argentina y remarcó que “están dadas las condiciones” para implementarlo.
Dicha iniciativa continúa adquiriendo mayor presencia en la agenda de las últimas semanas mientras diversos sectores, tanto sindicales, empresarios, como el propio Gobierno, se vienen expidiendo al respecto.
Por su parte, el también precandidato a diputado nacional por la provincia, planteó que a raíz del impacto tecnológico de los últimos tiempo, la rentabilidad de las empresas ha mejorado contundentemente, al igual que la productividad por trabajador. Incluso en algunos casos con la misma cantidad de trabajadores y salarios constantes al nivel de inflación.
“Con el crecimiento de rentabilidad por esto y por la caída del salario en el gobierno de Macri ya debería estar pago el costo que significa disminuir la jornada” siendo esta una más de las herramientas para la generación de empleo”, detalló.
Palazzo contrapuso su visión respecto a lo expresado por el titular de la Unión Industrial Argentina (UIA), Daniel Funes de Rioja, quien planteo la reducción salarial como complemento de una reducción horaria de la jornada, a lo que el dirigente aclaró que “en ningún lugar del mundo donde hubo reducción horaria existió una reducción salarial”.
“Durante cuatro años (en referencia al Gobierno de Cambiemos) el sector empresario se apropio de dinero que era del trabajador para aumentar su tasa de rentabilidad por lo que se debe volver a una tasa de rentabilidad normal y devolverle a los trabajadores en plata o beneficio de reducción de jornada”, arremetió.
Por otra parte, sectores del Gobierno salieron a plantear nuevamente la imposibilidad de discutir una posible reducción de la jornada laboral. En este sentido, el titular de Desarrollo Productivo de la Nación, Matías Kulfas, ratificó su postura al respecto y que “el riesgo que se corre de hacer algo así a los golpes es que se traslade ese costo laboral a precios, que haya más inflación. Si sale bien habría un poco más de empleo con salarios más bajos”.
No obstante, aclaró que “en términos conceptuales bienvenido sea que todos podamos trabajar un poco menos y tener una vida más plácida, pero habría que preguntarse si las empresas pueden absorber ese costo. Algunas sí, pero seguramente muchas pymes no”, finalizó.
