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ANÁLISIS Y OPINIÓN

Nuevas DDJJ para la exportación de carne: temen una caída del empleo en el sector

Por Emiliano Russo, columnista de Mundo Gremial.

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Luego que la Casa Rosada implementara un registro para la exportación de carnes, que tiende a incrementar la fiscalización en momentos en que los cortes registran altos precios para el mercado interno, no sólo la Mesa de Enlace se puso en «alerta» sobre la situación sino que los gremios de la industria de la carne temen que una eventual merma en la producción ponga en riesgo decenas de puestos de trabajo.

El último martes el gobierno determinó que las exportaciones de carnes y productos derivados deberán ser informadas e inscriptas, a través de una Declaración Jurada de Exportaciones de Carnes (DJEC), en el Registro Único de Operadores de la Cadena Agroindustrial (RUCA) que funciona bajo la órbita del Ministerio de Agricultura, Ganadería y Pesca. Según se informó, las DJEC tienen por objetivo evitar posibles desequilibrios en el mercado interno de la carne en condiciones de abastecimiento, precio y calidad, así como también transparentar las operaciones de venta de carne al exterior, evitar subfacturaciones y triangulaciones con países vecinos.

Con todo, las nuevas regulaciones hacen temer a productores pero también a gremialistas que reaparezca un escenario como el registrado a fines de los años 2000 cuando el entonces poderoso secretario de Comercio, Guillermo Moreno, impuso los permisos ROE para exportar que, en los hechos, hicieron caer la actividad ocasionando la pérdida de miles de puestos de trabajo con el cierre de frigoríficos. “Y también unos 10 millones de cabezas de vacunos. Mar del Plata vio cerrar su frigorífico: ahora volvió a abrirse uno pero tiene sólo 50 operarios cuando por su infraestructura podría tener unos 500. Esta incertidumbre no lo favorece”, opinó una fuente del sector de la carne consultada por este medio.

El Ejecutivo decidió avanzar en estas medidas por el inusual aumento en el precio de la carne en el mostrador: desde el último trimestre de 2020 viene registrando aumentos sustantivos. Pese a los acuerdos de precios de algunos cortes cárnicos, sigue siendo un producto caro: en muchas carnicerías el kilo de vacío ya supera los mil pesos. El propio Alberto Fernández atribuyó el fenómeno a la mayor demanda china. Pero desde la industria se recuerda que el boom exportador permitió al sector recuperar unos 10 mil empleos en los últimos cuatro años. Con todo, el oficialismo decidió adoptar mayores controles para, de alguna manera, desincentivar los flujos exportables en pos de garantizar un correcto abastecimiento del mercado interno.

Para Gabriel Vallejos, titular de la Federación de Sindicatos de Trabajadores de la Carne y Afines de la República Argentina (Fesitaca), “si el gobierno ejerce algún tipo de control para la evitar la subfacturación o que haya empresas fantasmas nos parece bárbaro. El problema es si esto repercute en una merma de la producción de las plantas. Hace unos días Paula Español (secretaria de Comercio) dijo que no le iba a ́temblar el pulso para cortar las exportaciones ́, algo que ha creado incertidumbre en los laburantes. En las plantas exportadoras, hemos tenido un 20% de aumento de empleos” en paralelo con el crecimiento de la actividad.

En este contexto, el jefe sindical dijo que “cuando escuchamos estos anuncios nos ponemos intranquilos. Tenemos el antecedente de cierre de plantas con el tema de los ROE. Si llegaran a perderse puestos de trabajo en nuestros frigoríficos, vamos a tener que analizar alguna medida. Hoy garantizar cada puesto de trabajo es importante».

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