A finales de la era de los 90, el mejor Hugo, el del MTA, hizo la mejor lectura y realizó una jugada maravillosa que cambió el tablero de la logística en la República Argentina. Modificó el estatuto y avanzó en una adecuación estatutaria. ¿En qué consistió? Cambió de oficio a actividad su representación, y no solamente el que tocara el volante del camión sería afiliado a su sindicato, sino todos los que tocaran un camión, serían Camioneros. Básicamente, este fue el núcleo de su espectacular crecimiento.
En el mundo logístico, los procesos de bloqueos en Carrefour (2003), Coca Cola (2004), Coto (2005), Loma Negra y Sodimac (2010), les permitieron una expansión enorme en afiliaciones. Sin poner en cuestionamiento la situación y de encuadramiento había un elemento que favorecía, desde lo gremial, a Camioneros: sus sueldos eran sustancialmente mejores que los que tenían esos trabajadores en su actividad previa al pasar a ser representados por Hugo Moyano.
Estas últimas semanas escaló un conflicto en la logística que presta servicios para la empresa Mercado Libre, y que Camioneros aprovechó para reeditar un conflicto que tiene con Marcos Galperín, propietario de la firma, y que nunca sanó.
En el 2019, Mercado Libre homologó un convenio con Carga y Descarga, gremio conducido por Daniel Vila. Moyano se opuso fuertemente a la decisión de la Secretaría de Trabajo. Interpuso dos recursos de reconsideración con jerárquico contra la Resolución solicitando su nulidad (Ex-2019-21132784-APN-DGDMT#MPYT).
En ambas ocasiones el ministerio le decidió a favor de Carga y Descarga. El dato curioso es que Camioneros nunca apeló a la Cámara del Trabajo la decisión administrativa, y tampoco agotó la vía asociacional en el comité arbitral de la CGT (¿está funcionando?).
Pero hoy hay un nuevo escenario. Covid-19. Aislamiento. DNU. Se dispararon las ventas online. En Mercado Libre se registraron 600.000 nuevos usuarios y más de 4000 empresas para poder vender en esta modalidad. Las empresas que hacen la logística, que son entre otras Correo Andreani, Correo Argentino y OCASA, siendo esta última donde inicia el conflicto, tienen sus trabajadores afiliados a Camioneros.
Al explotar las ventas, estas empresas salieron a contratar camiones, fletes y remises para hacer frente a las entregas. En la mayoría de los casos son monotributistas, con empleados en situación de contratación precarias y con sueldos por debajo del convenio de los Moyano. Al registrar esta foto, Camioneros salió a reclamar, y por elevación, a reclamarle a Mercado Libre.
La fruta deseada es el centro de almacenamiento que la empresa tiene en el Mercado Central. Los trabajadores del CAD encuadrados bajo convenio con el Sindicato de Carga y Descarga tuvieron durante 2019 un aumento promedio del 57%, en comparación con los choferes de Camiones que registraron un aumento del 30%. Respecto a la compensación total, la remuneración bruta de la categoría inicial asciende a $61.676 (mayo 2020), un 11% por encima del convenio de Camioneros. Además, se otorgó un premio de 15% sobre el salario bruto por cumplimiento de protocolo Covid-19 durante la cuarentena y se les dio un bono de $47.000 en el mes de julio, en reconocimiento al compromiso de los trabajadores del centro durante la cuarentena. Si la empresa sigue en este crecimiento, la planta actual de 1200 trabajadores pasaría a 3500, y habría uno o dos CAD más en otras regiones del país.
Si los Moyano quieren reeditar la década ganada, tienen que resolver el aspecto gremial. Con esos números paritarios el acompañamiento de los trabajadores no sería el mismo que en los centros logísticos de los Hipermercados.
Estos dos elementos, el legal – administrativo y el gremial hoy están lejos de ser alcanzados y la balanza esta inclinada fuertemente a favor de Vila, hoy, mañana es mañana.
Lo que de fondo se está discutiendo son dos modelos totalmente distintos, uno el mundo del trabajo físico (el único que Moyano cree válido) y el otro, el mundo del trabajo híbrido (los nuevos modelos de negocios). Una vía posible: que se encuentra soluciones que vinculen a los dos mundos. Y en ese punto, la discusión de Teletrabajo o el de Plataformas son buenos ejercicios.
Según como resuelva el gobierno, seguramente tengamos una señal clara de cómo van a ser las relaciones laborales y el clima de los futuros modelos de negocios.
