ANÁLISIS Y OPINIÓN
Memorias centenarias
Dos libros conocidos esta semana, publicados por la OIT y el Centro de Capitanes, rescatan la historia del mundo laboral en la Argentina, merecen la pena su atención por el recorrido en detalle que realizan.
Acaso una columna disruptiva porque no hablamos de una discusión paritaria, o de alguna denuncia judicial o aportamos alguna información novedosa como que Alberto Fernández nombraría a Claudio Moroni al frente del ministerio de Trabajo. Esta semana, si hablamos de eventos vinculados al mundo del trabajo, tuvieron lugar dos eventos histórico culturales en la ciudad de Buenos Aires.
El día lunes y con la presencia del director general de la Organización Internacional del Trabajo (OIT), el británico Guy Ryder, se presentó el libro por los 50 años de la apertura de la Oficina País. En tanto, este jueves y por los 100 años de la fundación del Centro de Capitanes de Ultramar de la Marina Mercante (CCUOMM) tuvo lugar la presentación de otra edición literaria y fotográfica referida a este hito histórico.
Ambas instituciones centenarias (el organismo multilateral se creó en 1919) eligieron en tiempos de multimedia contar su historia en un libro, en ediciones de lujo, lo que saludamos. En tiempos de inmediatez y de cosas rápidas se eligió por un soporte de largo aliento.
En el caso de la OIT me tocó acompañar en calidad de compilador a los historiadores e investigadores especializados en temas laborales, Laura Caruso y Andrés Stagnaro. En tanto, la publicación del Centro estuvo también a cargo de Caruso y del historiador e investigador Gustavo Contreras. Ellos tres desmalezaron archivos históricos para aportar la materia prima del contenido.
El vértice histórico entre ambos organismos data de junio de 1920: en junio de ese año se llevó adelante en Génova la segunda conferencia internacional de este organismo multilateral y tripartito fundado por la Sociedad de las Naciones. En aquel entonces acudió, en representación del sector obrero el capitán Pedro Diquattro. Anacrónico a la vista de hoy, el delegado obrero denunció ante el mundo a la empresa Mihanovich por «prácticas antisindicales». Repasando,el sindicato había arrancado una huelga en febrero de 1920 que se había extendido hasta marzo de 1921; finalizando con un triunfo para el movimiento obrero.
Otro hito de convergencia se dio en junio de 2007 cuando el capitán y actual presidente del Centro, Marcos Castro, presentó el proyecto en la Comisión de Trabajo del Sector Pesquero que luego se convirtió en el Convenio Internacional N°96. Los convenios luego pueden ser adoptados por los países miembros de la OIT, que hoy son 187 y regir la actividad propia en cada país.
Otra parte que merece destacarse en esta breve sinopsis son los capítulos destinados a los desaparecidos durante la última dictadura. En la OIT, los dirigentes sindicales encontraron el espacio de denuncia para ser escuchados por otros organismos internacionales, además de países participantes. A todo ese recopilado de denuncias se lo conoció como el Caso 842 que fue discutido 14 veces en el seno de la OIT; y en dos ocasiones el Organismo envío misiones a entrevistarse y hacer seguimientos de la situación en los sindicatos y empresas además de reunirse con funcionarios de la Dictadura. Hasta el Organismo tuvo su desparecido: el miembro del Consejo de Administración por el sector empresario, Vitaic Jakasa. Para Daniel Funes de Rioja «su desaparición estuvo más relacionado con la OIT que con otra cosa».
En el Centro hay tres desaparecidos: Mario Pablo Pantaleo Ábalos, Carlos Arias Solanes y Ariel Canzani.
En el caso de la OIT el libro pone signos de preguntas respecto al futuro del trabajo y alerta los cambios de paradigmas, cada vez más desafiantes, que ya se viven por el avance de las nuevas tecnologías. La historia nos ayuda, en todo caso, a sentar bases que acaso ayuden no a encontrar soluciones pero sí a no repetir errores.Como dijo el pensador Pedro Luis Barcia «el argentino concibe la experiencia como repetición» y en estos momentos lo que se necesita es creatividad habiendo inoculado nuestra historia.