ANÁLISIS Y OPINIÓN
Las internas por el acuerdo con el Fondo restaron apoyo gremial a la movilización al Congreso
Por Emiliano Russo, columnista de Mundo Gremial.

Las internas políticas del oficialismo y la inminente firma del acuerdo con el FMI fueron las causas de la dispar participación de la CGT en la movilización de apoyo a Alberto Fernández en la apertura de las sesiones ordinarias del Congreso.
Durante el mediodía del último martes se pudo ver muchas banderas y nutridas columnas, más que nada de organizaciones sociales, pero la marcha y el fervor no fue el de otras jornadas de movilización popular. No fue comparable con la que se celebró en plaza de Mayo el pasado 17 de noviembre pasado en ocasión del Día del Militante, en el que se respaldó a Fernández tras la derrota en las elecciones legislativas, ni con las movilizaciones que acompañaban a Cristina Kirchner cuando era ella la que abría las sesiones parlamentarias.
De hecho, las columnas que se ubicaron más cerca de los accesos al Parlamento, frente a la avenida Entre Ríos, fueron del MUP (Movimiento de Unidad Popular), Barrios de Pie y el Movimiento Evita y más hacia dentro, de la UTEP (Unión de Trabajadores de la Economía Popular).
Durante su alocución, Alberto Fernández envío varios gestos a la denominada economía popular. En lugar de hablar de planes de empalme en trabajo formal, dio respuesta a los pedidos del sector con la posibilidad de crear un «monotributo productivo» para los beneficiarios y comprar alimentos desde el estado a las cooperativas.
Esta mañana Fernando «Chino» Navarro, referente del Evita y funcionario del Ejecutivo, destacó que «es la primera desde el ´83 a la fecha que un presidente habla de la economía popular y plantea claramente que el derrame no es la solución. Alberto habló de una salida colectiva de la crisis, de abajo hacia arriba».
Empero, no hubo un acompañamiento masivo de los gremios hacia el discurso del primer mandatario. El caso más paradigmático fue la ausencia de Camioneros, que suele copar las marchas, pese a la presencia de Pablo Moyano en uno de los palcos junto a otros de los secretarios generales, como Héctor Daer. Faltó el triunviro Carlos Acuña pero dijeron presentes Antonio Caló (UOM) y Sergio Sasia (Unión Ferroviaria).
Entre las columnas gremiales, se destacaron la Unión Obrera Metalúrgica (UOM), Obras Sanitarias; trabajadores de televisión (Satsaid); conductores de taxi y Sindicato Único de Trabajadores Espectáculo Público (Sutep). No se vieron pancartas de UPCN o Comercio, por caso, que suelen formar parte de estas marchas.
También hubo militancias y pancartas de intendencias como San Martín y Hurlingham, cuyos intendentes en uso de licencia hoy son ministros más «albertistas», como Gabriel Katopodis y Juan Zabaleta, respectivamente.
La ausencia de La Cámpora fue previsible lo mismo de sindicatos afines al kirchnerismo. Tampoco hubo representación de las dos CTA, que también se han manifestado en clara oposición al entendimiento con el Fondo por la deuda de US$ 44 mil millones. Está claro que son varios los sectores del Frente de Todos que no acuerdan con este entendimiento. La frialdad del moyanismo, con todo, podría explicarse en el reciente conflicto que lo enfrentó con el Ejecutivo por la cobertura contra el covid de las ART.
