En el lanzamiento del índice Global de los Derechos 2021, presentado por la Confederación Sindical Internacional (CSI), se reveló que la vulneración del derecho de huelga, el derecho a establecer y afiliarse a un sindicato, el derecho a llevar a cabo actividades sindicales y al disfrute de libertades civiles y el derecho de expresión y reunión se ubican en el nivel más alto en ocho años.
Según el informe, gobiernos y empleadores aprovecharon la pandemia para despedir a trabajadores por denunciar la propagación del coronavirus en sus lugares de trabajo; violaron los derechos de negociación colectiva; aumentaron la vigilancia, hasta el punto de inmiscuirse en su vida privada; y restringieron la libertad de expresión y de reunión.
Uno de los datos más preocupantes es que de los diez peores países para los trabajadores y las trabajadoras en 2021, tres son del continente americano: Brasil, Colombia y Honduras. En el caso de Honduras y Uruguay, sus respectivos Gobiernos están desmantelando derechos adquiridos a través de la adopción de leyes represivas, y Colombia está entre los países en donde los lugares de trabajo son menos seguros y con mas restricciones a la actividad sindical.
Argentina se ubica en el grupo de los países con violaciones regulares de derechos, junto a Canadá, Reino Unidos, Bélgica, Australia, Paraguay, México, Bolivia, Rusia, entre otros.
“La pandemia de COVID-19 ha cobrado numeroso empleos, comunidades y vidas. El Índice Global de los Derechos documenta una vergonzosa lista de gobiernos y empresa que han desplegado un programa antisindical contra los trabajadores y trabajadoras situados en primera línea, aportando trabajos esenciales para mantener las economías y las comunidades funcionando”, señaló la secretaria General de la CSI, Sharan Burrow.
Por su parte, el secretario General de la CSA, Rafael Freire, dijo que la Confederación, que nuclea a gran parte de la actividad sindical de América Latina y el Caribe, ha denunciado y seguirá denunciando los ataques a dirigentes sindicales, las masacres a dirigentes populares y activistas defensores de los derechos humanos, ya que las violaciones están latentes en la región.
– Contenido original publicado en Latam Gremial latamgremial.com