La UTA en la mira por el manejo de $1.200 millones de aportes de afiliados

Años calientes en el gremio de colectiveros. Con una conducción desgastada y sectores opositores presionando por elecciones, Roberto Fernández sigue sin hacer pie y las bases permanecen enardecidas.

En plena negociación salarial, con recientes anuncios para la rama corta y media distancia, la dirigencia de la Unión Tranviarios Automotor (UTA) fue fuertemente cuestionada por un polémico fondo millonario que maneja desde hace años con destino poco claro y que despierta suspicacias.

Se trata de la recaudación del denominado Fondo de Promoción Social incorporado décadas atrás por el gremio en negociación colectiva. Por ese ítem, mes a mes, los 70.000 afiliados de la UTA perciben un descuento salarial del 1%. La quita se aplica hasta en sumas no remunerativas y bonos.

El monto recaudatorio ascendería a unos 1.200 millones anuales «sin contraprestación clara ni controles directos en la rendición de cuentas», denunció Ricardo Ríos, exmiembro del gremio y hoy referente de la Agrupación Combativa de Trabajadores UTA Federal.

El objetivo inicial del Fondo fue la construcción de una obra de la organización, un centro de recreación en el conurbano bonaerense. Pero el ítem sigue aún vigencia y el destino del dinero hoy es incierto, denunció Ríos.

“Son 1.200 millones de pesos de gasto discrecional que tiene Fernández y que los utiliza para controlar la lealtad de las delegaciones”, disparó el dirigente opositor, y agregó: “El gremio maneja el interior como si fuesen feudos. Tenemos que construir una organización federal”.

Ricardo Ríos, referente de la Agrupación UTA Federal

Las empresas funcionan como agentes de retención y los montos son derivados luego a una cuenta corriente del gremio.

Desde la conducción de la UTA desecharon las acusaciones. «El fondo está autorizado por el Congreso del gremio. (Los cuestionamientos) son quejas de un grupo que no quiere hacer este tipo de aportes. El fondo está destinado a capacitación y muchas otras cosas. Son montos que se auditan y figuran en todos los balances«, afirmó Mario Calegari, vocero de la UTA, ante la consulta de Mundo Gremial.

Pedido de elecciones en la UTA

Ríos encabeza una agrupación de cara a las elecciones en el gremio, y en ese marco advirtió sobre un estatuto «proscriptivo» en el sindicato de colectiveros. El estatuto de la UTA fue históricamente cuestionado por tener por tener requisitos antidemocráticos y de imposible cumplimiento.

La cuestión derivó en un proceso de deslegitimación y fragmentación, dando nacimiento a múltiples organizaciones de colectiveros en el interior y a la creación de los metrodelegados en CABA. Ríos llamó a rever el estatuto y analizar posibles reformas para fortalecer la institución y la participación.

Las elecciones deberían realizarse a mediados de octubre de este año, donde se ponen en juego aproximadamente 540 cargos en todo el territorio nacional. “Estamos recorriendo las diferentes seccionales y vamos a convocar a todos los compañeros a un gran plenario para conformar el futuro de la UTA”, comento Ríos a Mundo Gremial.

La situación es incierta. Hasta existen trascendidos respecto a que no está asegurada la figura de Fernández como candidato a secretario general en los próximos comicios.

En diálogo con este medio, Ríos también enumeró problemas salariales y de condiciones de trabajo. «Buscamos terminar con el 610, las vueltas pactadas y los ciclos de 192 horas. Estos puntos afectan muchísimo a los trabajadores”, afirmó.

También pidió unificar los salarios: «Esto corresponde a larga distancia, interior y turismo. No pueden existir tantas diferencias entre los trabajadores de la misma actividad, es una locura esto que generó nuestro sindicato en estos últimos años. Destrozaron la actividad».

Ríos, a su vez, comentó la situación de los trabajadores bajo categoría de “técnica”, que hoy están en una situación precaria, con empresas tercerizadas y con sistemas monotributistas. «Esto es algo que el sindicato debería combatir pero que en la practica permitió, esto es una lucha central para nosotros. No podemos permitir que nuestros trabajadores sean monotributistas», cerró.