Aprovechó también para pedir «responsabilidad» a las entidades gremiales y pidió «superar la falsa dicotomía que quiere dividir a empresarios de trabajadores».
«El derecho a huelga es una instancia legítima e inajenable para cualquier democracia madura, pero no justificamos el conflicto por el conflicto mismo, ni aquellos abusos que pueden convertirlo en ilegal» dijo Mendiguren.
Además, sostuvo que, «la crisis financiera internacional del 2008 no fue para nosotros una novedad. Y una vez más, recurrimos al esfuerzo compartido de Gobierno, trabajadores y empresarios para enfrentarla y superarla de manera airosa».
Ante representantes de gobiernos, trabajadores y empresarios de los países miembros, Mendiguren remarcó la importancia del diálogo tripartito sobre la base de objetivos concretos, la necesidad que empresa sustentable y trabajo decente sean compatibles; así como también creación de empresas y generación de empleo; productividad y competitividad.
Hizo hincapié también en que, en Argentina se deben «superar importantes dilemas, uno de ellos: el de Capital y Trabajo, o para ser más explícito, la falsa dicotomía que quiere dividir a empresarios de trabajadores».