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ANÁLISIS Y OPINIÓN

La renovación del Gabinete y los puentes sindicales

La CGT y el movimiento obrero se mantienen expectantes por la designación de los nuevos integrantes de la gestión,. Se refuerza la relación de los gremios con el gobierno.

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La que pasó fue una semana de muchos cambios de frente en el oficialismo. Punzantes, entre líneas, impulsados por la derrota electoral, una caída que algunos sectores sindicales la vieron ajena por no ser incorporados de manera contundente en las listas. Pero el apoyo de los gremios al Presidente Alberto Fernández ante la crisis con la vicepresidenta Cristina Fernández de Kirchner fue masivo. Ahora el movimiento obrero evalúa los daños post PASO y mantiene cierta esperanza por la designación de los nuevos integrantes de la gestión, que tienden a reforzar la relación de la CGT con el Ejecutivo.

En primer término por la elección del tucumano Juan Manzur como nuevo Jefe de Gabinete de Ministros, quien guarda excelente lazo con el cosecretario general de la central, Héctor Daer, forjado por el tránsito del gobernador de Tucumán por el Ministerio de Salud durante la década kirchnerista. La relación se afianzó en la mesa política generado en 2019 con un fuerte apoyo al por entonces candidato Alberto Fernández. No hay dudas que este vínculo va a fortalecer la relación de Daer con Presidencia. Y no es un punto menor, en cercanía al 11 de noviembre cuando los dirigentes cegetistas elijan las nuevas autoridades de la Confederación General del Trabajo.

Con la llegada de Manzur, la CGT recupera terreno tras los casilleros perdidos en cuanto a diálogo y conexión directa que supo tener durante 2020 con el exministro de Salud, Ginés González García y el extitular de la Superintendencia de Servicios de Salud, Eugenio Zanarini. Estas bajas calaron hondo en Azopardo.

El arribo de Aníbal Fernández al gabinete nacional también genera expectativa en el ámbito gremial. Es que el quilmeño, que si bien va al Ministerio de Seguridad y con otra lógica por sus implicancias políticas, tiene una excelente experiencia en relación con los sindicatos.

Técnicamente, el exintendente de Quilmes creó el ministerio de Trabajo en la provincia de Buenos Aires en el año 2000, idéntica estructura que hoy sostiene la cartera, y desde ahí construyó grandes relaciones, fundamentalmente en el sector público. Mismo modus operandi construyó en poco tiempo en la misión que tuvo en Río Turbio.

Además, entre 2002 y 2015, fue ministro de Producción, del Interior, de Justicia, Seguridad y Derechos Humanos, Secretario General de Presidencia, Senador nacional y Jefe de Gabinete de Ministros. Conocé el paño, tejió sobradas relaciones y será otro de los nexos con los gremios. Así las cosas, muchas organizaciones ven en él un canal de gestión operativa. Reste dilucidar cómo lo insume la realidad de su nueva cartera.

Otro que retorna a un gabinete nacional es Julián Domínguez, quien fuera ministro de Agricultura de la Nación entre 2009 y 2011 designado por Cristina Kirchner. Desde hoy volverá a ocupar el máximo sillón de la cartera, que si bien tendrá relevancia con los sectores del campo, no deja de ser un espacio de interés para los sindicatos de otros rubros, como por ejemplo los de la industria metalmecánica, UOM y SMATA, con quien Domínguez viene construyendo vínculos desde hace más de un año. Esta relación se vio muy fluida con los mecánicos de la mano de Ricardo Pignanelli, una industria que está ligada a la maquinaria agrícola en la zona núcleo, con mucho asiento en Córdoba, sur de Santa Fe y norte de Buenos Aires, y en donde estos gremios tienen la representación. La designación genera mucha expectativa.

Existe también un punto, no menor, a destacar con Domínguez. Y es el vínculo que mantiene el flamante funcionario con el Papa Francisco y la fuerte referencia social y cultural que tiene el sindicalismo argentino con el Sumo Pontífice. Muestra de ello, es el reciente ciclo de formación de líderes sindicales que dictó la Universidad de San Isidro con coordinación de Domínguez, bajo el enfoque humanista bajo la figura del Papa, de la que participaron cientos de dirigentes gremiales.

Este puede ser el gran canal de contención que gran parte el arco sindical está esperando con el gobierno y que tal vez, parte del sector que camina hacia la CGT de la mano del moyanismo encuentre como interlocutor al nuevo ministro de Agricultura.

En el mundo universitario existe mucha expectativa con el nombramiento de Jaime Perczyk, hasta hoy Secretario de Políticas Universitarias. Fue secretario de Educación, jefe de gabinete y viceministro del ministro de Educación Alberto Sileoni entre 2011 y 2015.

En los albores del triunfo de Alberto, allá por el lejano 2019, el nuevo titular de la cartera educativa era el candidato de los dos grandes sindicatos del sector, FEDUN y FATUN, docentes y no docentes. Finalmente, ese cargo de ministro fue para Nicolás Trotta, hombre del universo de Víctor Santa María.

Pero para el mundo educativo no solo hay buenos ojos en el futuro de Educación, sino también el cambio que se generó en la cartera de Ciencia y Tecnología con la llegada de Daniel Filmus. Así lo expresó a Mundo Gremial Daniel Ricci, secretario general de FEDUN y de ADUBA: “Vemos con mucha expectativa este reordenamiento del Gobierno, que acelere la transformación y la distribución de la riqueza, que es lo que está faltando. Y tenemos mucha expectativa también en los cambios en Educación y en Ciencia y Tecnología. Con Daniel (Filmus) hemos trabajado durante años y pudimos recuperar la educación durante el gobierno de Néstor (Kirchner). Y lo de «Yimi» (Perczyk) también, es alguien que viene del sistema universitario, conoce la realidad de las universidades públicas, y con él venimos trabajando y esperemos que eso sirva para mejorar aún más la relación entre las Universidades y el Ejecutivo y avanzar con la agenda que está pendiente”.

Este consenso que tiene Perczyk será clave para resolver la presencialidad en las universidades, tema que viene con mucha complejidad en la agenda del sector, y sin el acompañamiento de los sindicatos, es casi imposible.

Podríamos visualizar claramente que para el movimiento obrero los cambios pueden ser positivos en términos institucionales. Hay que ver cómo van a operar estos movimientos de cara al Congreso de la CGT, donde se elegirán las autoridades de la central sindical, y que va a tener un primer escenario donde los pesos pesados van a definir la cancha, que es este miércoles 22 de septiembre, en el Confederal de la CGT, reunión de secretarios generales con congresales, donde se define el orden del día del 11 de noviembre.

Las elecciones habían quitado presión en la relación de fuerzas para la nueva CGT. Ahora el nuevo gabinete puede generar canales que disuadan a las intenciones de los diferentes sectores.

Juan Manuel Morena, director de Mundo Gremial.

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