ANÁLISIS Y OPINIÓN

La lucha de los jóvenes trabajadores de Francia

Por Juan Antociano – Columnista de Mundo Gremial

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Pre-pandemia, los trabajadores jóvenes de Francia ya habían estado sufriendo un alto desempleo durante más de una década. Aquellos que estaban empleados a menudo tenían contratos temporales para puestos de bajos salarios, lo que limitaba gravemente su seguridad laboral y sus posibilidades de crecimiento salarial.

Cuando llegó la pandemia en Francia, en el mes de marzo, los cierres generalizados de comercios y empresas hicieron que miles de trabajadores jóvenes fueran aún más prescindibles: claro, es menos costoso para las empresas despedirlos que a los trabajadores mayores, que en su gran mayoría tienen protecciones laborales más importantes.

La primer reacción del gobierno francés fueron los programas de ayuda que se enfocaron en pagar a las empresas para que retengan a los trabajadores con contratos permanentes pero esa medida, necesaria, excluyó a muchos trabajadores jóvenes con contratos a corto plazo que fueron cancelados o no renovados.

Si bien el seguro de desempleo está disponible, una persona tiene que haber trabajado cuatro meses de los 24 anteriores para calificar, lo que deja a muchos que habían ingresado a la fuerza laboral justo antes de la pandemia no elegibles para algunos beneficios.

Hoy mismo, en septiembre de 2020, en Francia, solo el 26,6% de los jóvenes de 15 a 24 años están empleados, el nivel más bajo desde 1975.

Además, el número de contrataciones por contrato temporal disminuyó en un 36% entre el primer y el segundo trimestre de 2020. Según los más reconocidos analistas franceces y europeos, las perspectivas a largo plazo para la economía francesa son verdaderamente horribles. Dos millones de jóvenes desempleados costarían a Francia 35.700 millones de dólares en ingresos perdidos, impuestos y ayudas estatales, según una estimación de la consultora PwC.

Para finalizar, en este mismo momento, alrededor de un millón de jóvenes franceses están sin trabajo. Para paliar un poco la situación, hace apenas unos días, el primer ministro Jean Castex anunció un plan de $ 7.600 millones de dólares para subsidiar a las empresas que contraten trabajadores jóvenes.

Como en muchos otros países europeos y de todo el mundo, la situación no es muy distinta. La pandemia nos igualó un poco más a todos, dicen los analistas, ojalá eso no sea solo en esta situación, ojalá esta sea una oportunidad que políticos y empresarios puedan aprovechar, no solo en su beneficio sino para toda la sociedad. No importa en que país esté escribiendo esto.

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