El director de Mundo Gremial, Juan Manuel Morena, analiza la importancia y el impacto del paro nacional con movilización al Congreso de la Nación, que realizará la CGT el próximo 24 de enero. Entretelones de una jornada que apunta a ser histórica y el camino que deberá trazar la central obrera de cara al verdadero primer round contra Milei y su plan de desregulación en la calle. Primera parada: el Plenario de Regionales de este miércoles.
La foto: un millón de personas en la calle, todas las tapas de los diarios del mundo, millones de reproducciones en videos dando vueltas por todos lados. El golpe al relato. Nadie se resiste a algo de semejante magnitud.
El día que la CGT anunció el paro del 24 de enero, en Casa de Gobierno tomaron nota y empezaron las preocupaciones. Creían que no iba a suceder tan rápido, creían que había un poco más de margen, pero no.
El 24E puede ser un catalizador de enojos, de broncas y transformar la movilización de la CGT en el epicentro de una multitud que desmantele el relato de medidas que cuesta identificar que sea en contra de “la casta”, y que se vincula directamente con negocios para unos pocos. Esta es la lectura que empieza a tomar volumen internacional y que comienza a generar tinta, opacando un discurso de esperanza para el sector que lo voto.
La CGT tiene otro desafío: Conducirlo. El gustito a lo político se lo tomó en la campaña de Sergio Massa, donde los dirigentes se probaron la camiseta de armadores y gustó. En clave de movilización, es un gran momento para ser creativos, ponerle color más allá de lo clásico que ya sale de memoria. Está en su ADN. Algo que Juan Carlos Schmid supo hacer sobre sus últimas movilizaciones al frente de la CGT. Es una oportunidad, el punto de partida para contarla de otra manera. El inicio de un nuevo relato. Hay que crear un nuevo mito en el sindicalismo.
En términos de oposición y representatividad a otros sectores, sería una gran oportunidad para una mega columna de la Juventud Sindical. El sindicalismo tiene la oportunidad de atravesar el umbral etario e incorporar a ese sector que voto, en su mayoría, a Milei.
La estrategia de la política es no salir a contener al votante de Milei, hasta que se le vuelva totalmente en contra. Las proyecciones de su propio relato arrojan un final poco feliz. Marzo es el mes bisagra.
Podría pasar desapercibido una reunión de sindicalistas más. Pero es importante tomar nota que ya confirmaron la presencia el cien por ciento de las setenta regionales que tiene la Confederación. Es un plenario histórico. Algo que suma a una unidad compleja, difícil, pero necesaria para un sindicalismo en proceso de recambio silencioso.
Este miércoles 10 de enero, estará presente la mayoría del Consejo Directivo de la CGT. El objetivo es el compromiso de un paro total en todo el país y la presión efectiva y contundente a los Legisladores Nacionales de todas las provincias.
Esta semana en la previa del plenario la mesa chica ampliada de la CGT, que sera se juntará nuevamente para empezar a diagramar el paro y la movilización. El piso que tiene que garantizar en la calle, ronda entre los 250 hasta 400 mil trabajadores. Las dos CTA tendrían que estar entre los 50 y 100 mil movilizados. El resto estaría vinculado a la UTEP, Movimiento Sociales e Intendentes (faltan algunas definiciones con ellos). Y el plus para llegar al millón, serán los cientos de miles de personas que van por su cuenta. Sería oportuno el lanzamiento de una campaña viral, que todos los argentinos y argentinas se identifiquen. El turno de un buen publicista, hoy hay muchos.
Hoy todos quieren hablar con la CGT, hoyes el centro y es una responsabilidad histórica. Lo que sucedió en la sede del Sindicato del Vidrio (SEIVARA) con la reunión previa al Confederal, es algo que pocos imaginaron y está sucediendo en muy poco tiempo. El 24 de enero, la CGT le va a hablar al mundo entero. Va a contar de qué está hecho el relato Liberal Libertario.