En medio de un contexto económico y social cada vez más complicado, la recesión no da tregua y el proceso de desindustrialización que se promueve desde el ejecutivo nacional sigue avanzando con nuevos cierres y despidos. Esta vez, le tocó a la empresa Cramaco, que recortó al menos a 16 trabajadores.
La fábrica situada en la localidad santafesina de Sastre se dedica a la fabricación de generadores eléctricos DBT y, como consecuencia de la fuerte caída en las ventas, se decidió la paralización de la producción y un primer recorte de personal. También responsabilizaron por la dramática situación a la apertura de importaciones.
Según confirmaron desde la Unión Obrera Metalúrgica (UOM), esta situación derivó en un estado de alerta ya que la compañía no descartó que se produzcan nuevas desvinculaciones en las próximas semanas si no mejora la situación. En ese sentido, advirtieron que tienen más de 120 generadores en stock cuando la demanda no supera los 12 por mes.
Cabe destacar que esta localidad de la provincia de Santa Fe cuenta con 6 mil habitantes y Cramaco es la empresa más importante. Hasta el momento de los despidos, en la fábrica se desempeñaban cerca de 92 trabajadores, de los cuales 60 estaban en la parte de producción y los cuales no pueden ser sostenidos.
Desde las familias advierten que el panorama es desalentador ya que esta industria era una de las más destacadas en la generación de empleo, por lo que si no se reactivan las ventas o se adopta una medida que proteja los puestos de trabajo, haya más despidos en el corto plazo y se profundicen con medidas gremiales.
