La Central de Trabajadores y Trabajadoras de la Argentina (CTA), que conduce Hugo Yasky, se manifestó tras la fallida reunión del Consejo del Salario que se llevó a cabo este jueves de manera virtual. “Argentina tiene el salario mínimo más bajo de la historia”, afirmaron en un documento difundido en las últimas horas.
Para la central obrera, el ejecutivo nacional funciona como “una escribanía de las grandes corporaciones empresariales” y responsabilizó a la patronal por volver a boicotear la reunión, tal como lo hizo en los encuentros realizados en febrero y abril de este año.
“La representación de Techint en el Consejo del Salario, ya sea a través de la Secretaría de Trabajo o de la mayoría de los paritarios patronales, llevó al fracaso el encuentro para fijar un Salario Mínimo Vital y Móvil (SMVM) acorde a las necesidades de la canasta alimentaria”, aseveraron desde la CTA.
En ese sentido, la organización sindical apuntó que el Gobierno nacional “se somete dócilmente” y que ha provocado que nuestro país tenga “el sueldo mínimo legal más bajo de su historia”, el cual apenas alcanza a cubrir la mitad de una canasta de subsistencia. “Esto explica en gran medida que cada vez haya más asalariados registrados por debajo de la línea de pobreza”, agregaron.
Además, destacaron que el SMVM argentino es de los tres más bajos en América Latina y apuntaron contra la “insensibilidad empresarial y de las autoridades de gobierno” por los 18 puntos de indigencia y el crecimiento del desempleo que se acerca a los dos dígitos.
“Repudiamos la burla del sector empresario que propuso la vergonzosa cifra de 264.500 pesos a cobrar en el mes de noviembre”, sentenciaron desde la CTA, que coincidió con las otras dos centrales en exigir un mínimo de 482.000 pesos en julio y 505.000 en agosto para cubrir la canasta alimentaria.
Por último, pidieron que las audiencias del Consejo del Salario vuelvan a ser presenciales y advirtió a la gestión de Javier Milei que “si vuelve a deteriorar el poder adquisitivo del SMVM, quedará demostrado que hay un acuerdo para perpetuar el hambre”.