La CSI defiende una norma sólida sobre riesgos biológicos en la OIT: comienza el segundo año de negociaciones

En la 113ª Conferencia Internacional del Trabajo de la OIT (CIT), que se realizará del 2 al 13 de junio en Ginebra, se llevará a cabo la segunda y decisiva ronda de negociaciones para la adopción de un Convenio y una Recomendación de la OIT sobre la protección frente a los peligros biológicos en el entorno laboral. La Confederación Sindical Internacional (CSI) hizo pública una nota informativa en la que detalla los principales temas que están en juego y reitera su compromiso con una normativa integral que garantice los derechos y la seguridad de los trabajadores expuestos a estos riesgos.

En busca de un instrumento con enfoque integral

Durante la primera discusión celebrada en la CIT de 2024, se acordó que los instrumentos normativos adoptarían la forma de un Convenio y una Recomendación. Sin embargo, en el nuevo “informe azul” de la OIT, la definición de “peligros biológicos” fue limitada a microorganismos y enfermedades infecciosas, excluyendo otras condiciones reconocidas como enfermedades profesionales.

La CSI aboga por una definición más amplia. “El instrumento debe ser exhaustivo”, sostiene el documento sindical, proponiendo que se incluya también el asma ocupacional, dermatitis, mordeduras de animales, envenenamientos por plantas y otros riesgos biológicos reconocidos. Según la organización, limitar el ámbito sería “un paso atrás” respecto a convenios existentes como el C155 sobre seguridad y salud, que ya reconoce estos agentes biológicos.

Obligaciones de empleadores: el debate sobre el control

Otro punto clave es el alcance de las obligaciones patronales. Algunos empleadores proponen limitar su responsabilidad únicamente a los factores “bajo su control” en el lugar de trabajo. El espacio con incidencia global rechaza esta postura y defiende que, incluso en contextos como pandemias o desastres, los empleadores deben tomar medidas preventivas y de preparación.

Protección para sectores y trabajadores en riesgo

La propuesta actual incluye una lista de sectores considerados de alto riesgo (como la salud y los laboratorios), pero excluye áreas identificadas por los sindicatos como prioritarias, como transporte, la construcción, la minería, la silvicultura, la industria alimentaria, la hostelería, la industria manufacturera, la ingeniería, la industria textil, la pesca, el sector servicios, el deporte y el ocio, la educación y el sector público. La CSI plantea dos estrategias: ampliar la lista o reemplazarla por una evaluación caso por caso para evitar que la exclusión de sectores signifique desprotección.

También se reclama la inclusión de trabajadores informales, de plataformas y temporales en la lista de colectivos que requieren protección especial, junto a embarazadas y personas con condiciones médicas preexistentes.

Derechos, no solo deberes

La sección del Convenio que regula los “deberes” de los trabajadores es otro punto de fricción. El documento de cinco páginas exige que el término sea sustituido por “responsabilidades”, coherente con convenios anteriores, y que se garantice que los trabajadores solo puedan cumplir sus obligaciones si previamente los empleadores han tomado medidas adecuadas, como capacitación o provisión de equipos.

“Es una cuestión de no regresión”, afirma el documento, recordando que ningún nuevo instrumento debe rebajar estándares ya vigentes.

Confidencialidad y protección de denunciantes

El texto actual incluye cláusulas de confidencialidad sobre información empresarial. Aunque los sindicatos propusieron incluir la protección de denunciantes, la redacción limita esta protección únicamente a “incumplimientos de la legislación nacional”. La confederación considera que esta limitación es “innecesaria” y propone que se proteja a quienes, “por motivos razonables”, alerten sobre peligros inminentes para la salud o la seguridad, incluso si no existe una legislación específica.

La Recomendación: un terreno por debatir

Si bien en 2024 no se debatió la Recomendación, los tres grupos (trabajadores, empleadores y gobiernos) presentaron enmiendas, lo que anticipa discusiones complejas en esta edición de la Conferencia. Los sindicatos esperan que esta Recomendación complemente el Convenio y ayude a los países a aplicarlo eficazmente, garantizando flexibilidad sin debilitar las protecciones.

La CSI concluye instando a sus afiliadas a participar activamente en las discusiones, apoyar definiciones amplias, y presionar por instrumentos vinculantes que protejan de manera efectiva a los trabajadores frente a todos los riesgos biológicos, no solo los de naturaleza infecciosa.

Protección contra Peligros Biológicos – Elaboración de Normas. Resumen CSI