ANÁLISIS Y OPINIÓN
La CGT refuerza su apoyo a Fernández en su puja con el kirchnerismo
Por Emiliano Russo, columnista de Mundo Gremial
El grueso de la conducción de la CGT, que representa al sector de “Los Gordos” e “Independientes”, decidió en las últimas horas fortalecer su vínculo con Alberto Fernández y su ministro Claudio Moroni (Trabajo) en medio de la fuerte embestida del kirchnerismo al Ejecutivo pero también al modelo sindical que representa la central de calle Azopardo.
Si la central obrera decidió no movilizar el 1° de Mayo para evitar cuestionar a un gobierno que no puede controlar una inflación que mes a mes horada los ingresos de los trabajadores, esa fecha tan cara al peronismo fue aprovechada por Máximo Kirchner al encabezar el plenario sindical del PJ bonaerense. En ese escenario pidió un mayor protagonismo al movimiento obrero para reclamar una recomposición real del poder adquisitivo y se rodeó de dirigentes gremiales afines, como integrantes de la Corriente Federal o el canillita Omar Plaini. No estuvo ese día, vale decir, el triunviro cegetista Pablo Moyano, que hoy hace equilibrio en la disputa que mantienen el hijo de Cristina Kirchner y el Presidente.
Lo que une al sindicalismo organizado en contra del kirchnerismo, en todo caso, es el temor a que si lograra colocar a un ministro afín en Trabajo –la semana pasada Andrés “Cuervo” Larroque volvió a pedir la salida de Moroni- avance la idea de unir los tres subsistemas de salud, quitando recursos a las obras sociales gremiales. El ministro de Salud bonaerense, Nicolás Kreplak, volvió a insistir en ese proyecto en las últimas semanas.
También inquieta que logre avanzar en los sindicatos tradicionales la influencia del kirchnerismo. Aún causa impacto la renovación en la UOM, donde el «albertista» Antonio Caló perdió el mando a manos de Abel Furlán, un dirigente cercano al diputado de origen platense pero que tampoco descuida su vínculo con el jefe de estado. Sí en seccionales distritales del gremio metalúrgico, han asumido dirigentes más alineados al sector que conduce la Vicepresidenta.
En los últimos días, embestida de Cristina incluida, se tensó el vínculo interno en el Frente de Todos. Por eso no pareció casual el apoyo que pesos pesados de la CGT, como Héctor Daer y Carlos West Ocampo, de FATSA (Sanidad), y Gerardo Martínez (UOCRA) salieran a manifestar tanto a A. Fernández como a su ministro de Trabajo.
Los gestos en favor del Ejecutivo comenzaron el viernes pasado cuando el ex titular cegetista, Rodolfo Daer (Alimentación) reivindicó en un acto la labor de Moroni. El pasado lunes, en tanto, Fernández fue recibido en el congreso de FATSA, en donde recibió palabras elogiosas de los anfitriones, Daer y West Ocampo, y también del representante cegetista en la OIT.
“No necesito que ningún político me venga a enseñar a cómo debo cerrar mis paritarias ni qué porcentaje debo acordar. Yo firmé el 62% y no preciso que nadie nos aplauda”, sostuvo Martínez, en una elíptica crítica al posteo que Cristina Kirchner hizo la semana pasada felicitando al banquero Sergio Palazzo por haber logrado una paritaria del 60%.
También resultó sintomático de este espaldarazo al Ejecutivo el comunicado de la CGT que acompañó la decisión de Trabajo de adelantar las cuotas del salario mínimo, en donde validó esta decisión como «fruto del diálogo fluido» entre las partes. Nada dijo sobre el proyecto de Máximo Kirchner y otros diputados de extracción sindical, presentado sólo cinco días antes en la cámara baja, para reclamar este adelantamiento de los tramos del SMVM.
La puja distributiva, en este caso, parece sólo una excusa para los alineamientos que en estos momentos se están dando en la coalición oficialista.