De la necesidad del gobierno de modificar la Administración de Programas Especiales que hoy en día esta en manos de Hugo Moyano y que maneja un presupuesto de 1100 millones de pesos de obras sociales, se desprende el pedido del dirigente gremial de tener «reglas claras».
«Nosotros estamos dispuestos a discutir sobre la salud en la Argentina. Si no, el debate queda siempre en esta expresión que promueven algunos sectores según la que los sindicalistas discuten la caja. Es injusto, porque cuando se habla del sector empresarial, nunca se dice la caja, se dice los recursos. Y cuando se habla de los dirigentes sindicales despectivamente se dice la caja», aseguró Plaini en una entrevista radial realizada en la tarde de ayer.
«Las prepagas toman la salud desde una visión totalmente mercantilista y nosotros queremos discutir la totalidad de la salud», insistió para cargar contra ese sistema de salud, que asiste a 4,5 millones de afiliados voluntarios.
La CGT presiona para que, en el marco de la regulación de las prepagas en el Congreso –que es necesario realizar– se frene, de mínima, el pase al sistema privado. Aunque volver hacia atrás con todos los afiliados que ya pasaron sería muy complicado, admiten desde la CGT.
Lo cierto es que durante años las prepagas le quitaron afiliados a las obras sociales por el solo hecho de mejorar las prestaciones que estas brindaban, si bien las prepagas ofrecen buenas opciones a aquellos grupos jovenes que hacen poco uso de los sistemas de salud y restringen a aquellos que se encuentran en mayor riesgo de sanitario, desde las obras sociales se debería mejorar la prestación para que se produzca un masivo regreso voluntario de afiliados.